UNA BESTIA Y DOS HADAS

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Lumiereabrió la puerta de la celda y dejó salir a la chica. Ella selevantó, se quitó un poco la suciedad y siguió a los cacharros.



Lumiereabrió la puerta de la habitación, dejando ver una preciosaestancia, con una cama elegante, un enorme armario, y una ventanagigante, en la que había un alfeizar con pequeñas almohadas.

-Lehemos dejado unas toallas para que se pueda duchar. Y una ropa que haelegido exclusivamente la Señora Potts para usted.

-Vale,gracias de nuevo. Pero, ¿a ella no le importa?

-Nolo sabemos- dijo Din-Don.

-Entoncesno está bien que yo este aquí, lo correcto sería volver a la celday...

-Nose preocupe- le cortó Lumiere-. Nosotros nos encargaremos de ella.

-Coneso se refiere a que el lo dejará correr y me tocará a mi hacerlo.

Adelasonrió.

-Bueno,que tenga una agradable estancia, mademoiselle.Yono hago esas cosas- se quejaba el candelabro mientras salía seguidodel reloj.

-No,tienes razón- ironizó.

Lasvoces seguían hablando, pero estaban tan lejos de Adela que ella yani las escuchaba. Miró a su alrededor, y abrió la boca al ver todaesa habitación.



Adelase dio una larga ducha, y luego salió a ver el castillo. Bajo porlas escaleras, y se extrañó al ver que las escaleras que llevabanal ala contrario a la suya estaban en peor estado. Addela fue porella. Entró en una sala oscura, con un manto de polvo cubriendotodos los muebles que se encontraban en el. Estornudó un par deveces con el polvo y siguió. Bella, que había visto a la chicasubir a esa parte del castillo la siguió, y suspiró cuando la chicase paró frente a un cuadro en concreto.

Ellalo señaló, y Bella la miró.

-Poreso- dijo-. Vengo por eso- le explicó mirándola a los ojos.

-¿Porese cuadro?

-No.Por ti.

-¿Pormi?- repitió.

-Si.

-¿Porque te intereso tanto?

-Porqueno hay bruja capaz de conjurar un hechizo que dure tanto y que seatan grande. Pero la que te hizo esto, fue capaz.

-Teveo demasiado entusiasmada.

-Vengodesde muy lejos. Ni siquiera soy de Francia. Vengo solo por ti.

-¿Yvenir hasta aquí te ayudará?

-Hablarcontigo me ayudará.

-Pues,no hay nada que contar.

-¿Porque eres así?

-Pornada. Yo siempre he sido así.

-Vengaya. Noto el aura mágico de este lugar.

-Creoque deberías irte.

-Pero...

-Nome refiero del castillo. Sino de esta ala, por favor.

Adelaasintió resignada y se fue.

"Nose como, ni cuanto me llevará. Pero, Bestia, ten por seguro quesabré quien te hizo esto. Encontraré el contra-hechizo y seré yola mejor bruja que el mundo haya conocido", pensó Adela mientrasbajaba por las escaleras para ir de nuevo a su habitación.

Una bestia y dos hadasWhere stories live. Discover now