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AHMED ÜLKER

Camino por los pasillos del centro comercial muy molesto. La prensa no ha dejado de perseguirme y he tenido que tomar medidas extremas para tener algo de privacidad. Tuve que rentar por unas horas todo el centro comercial para poder conseguir lo necesario antes de regresar a Vakirust.

Busco los vestidos más hermosos de entre todas las tiendas exclusivas y encuentro varios, pero algunos son muy extravagantes y los descarto al instante porque sé que a Sultana no le gustarán. En las joyerías busco algunas coronas que combinan con los vestidos y no puedo estar más feliz al imaginar a mi Sultana con todas estas cosas, sé que sobre todo las coronas la harán muy feliz.

—Gracias por su compra señor ¿Eso es todo?

—Eso es todo. —intento avanzar pero la vendedora se interpone en mi camino.

—Lo siento señor, pero me comunicaron que la prensa se encuentra en todas las salidas, incluso las de emergencia.

—¡Maldita sea! —paso las manos por mi cabello para calmarme—Bueno, no puedo estar aquí todo el día, dígame ¿Cuál de todas las salidas tiene menos gente?

—La salida de emergencia del ala sur pero se encuentra un poco lejos del parqueadero.

—No importa, mis guardaespaldas me esperarán ahí. — asiente.

Me dirijo de inmediato al ala sur junto con unos empleados que cargan las bolsas y les comunico a mis guardaespaldas por donde voy a salir.

«Odio esto, y todo es por culpa de esa mujer. »

En el camino nuevamente le envío un correo a Kiral, el cual no me ha respondido para nada, incluso cuando le pedí de favor que le diga a Sultana que regresaré en unos días. A Baadir no le mando nada pues la última vez que le pedí que le diera un mensaje de mi parte a Sultana, me dijo que no era mi mensajero.

No entiendo porque no le quieren decir nada, o bueno, lo entiendo de Baadir, pero no de Kiral. Intenté hasta pagarle para que le diga que volveré pronto, pero me respondió que no tenía tiempo.

«Cuando regrese, ese idiota me va a escuchar.»

— Señor, buenas tardes—dice uno de mis guardaespaldas—, no sé si sea buena idea salir, hay muchos reporteros tras esta puerta.

— Lo sé pero no puedo quedarme aquí toda la vida.

— Lo entiendo señor, lo que le pedimos es que trate de avanzar con nosotros mientras lo escoltamos a su auto y en caso de que quiera dar alguna entrevista, nos avisa para hacer un cordón de seguridad.

Asiento y me preparo para salir. Se que esos "buitres" buscarán alguna respuesta de mi parte y de no dárselas, me cerraran el paso.

Apenas me abren la puerta, los periodistas se van contra mí y a pesar de tener a los guardaespaldas en mi frente, logran llegar a mi. No entiendo ni siquiera las preguntas que me hacen y me abruma un poco al darme cuenta que son más de los que me imaginé.

«Y se supone que aquí había menos que en las otras salidas.»

Al notar que no puedo avanzar ni 5 pasos, decido decirle a un guardaespaldas que los ordene para darles a estos "buitres" una declaración que será el "abrebocas" de lo que tengo preparado para la tarde. Porque si, esta misma tarde esa mujer va a dar una rueda de prensa antes de que me vaya a Vakirust y al fin toda esta confusión acabará.

Cuando ya todos se acomodan a mi alrededor dándome el suficiente espacio para respirar me siento aliviado.

—¿Puedo hacerle una pregunta señor? —habla uno y apenas lo hace, otros me piden lo mismo.

Se Paciente Conmigo |TERMINADA|Where stories live. Discover now