EL DESORDEN QUE DEJASTE.

XXVI. Humildad 2.

Mientras Janiel y yo estamos abrazados, las chicas no paran de murmurar al otro lado de nosotros, y es que no quiero pensar en nadie más ahora, solo quiero a janiel de mi lado y ya esta.

Nicolás ya no me mira, no reacciona, solo esta jugando con sus amigos como siempre lo esta haciendo.

Tenemos unos dias sin hablar, despues de lo que se empezó a comentar no quiero ni interponerme en su camino, solo ser su amiga.

*Me llega un mensaje de Alex*

¿Qué será lo que quiere?

[¿Lissa podemos hablar?]

No quiero contestarle, me siento tan jodidamente bien y felíz con janiel que no quiero ni arruinarlo.

-Contestale-

Lo miro a la cara -No, seguro no es importante.

-¿Y si lo es?- me mira sarcasticamente y eso me gusta.

Le obedezco desbloqueando mi celular.

[-Si claro, ¿te pasa algo?]

Unos ratos después.

[-Pues si, necesito que me ayudes con unas cosas, puedo llamarte?-]

No quiero hablarle

-No quiero hablar con el.

-Anda, es algo importante.

Lo miro tristemente -No te quiero dejar solo aqui.

-No estoy solo, vine con mis amigos, tu tranquila, ya nos veremos después.

-Esta bien- lo beso en la mejilla y me voy.

-¡Oye Liss!

Volteo hacia el -¿Si?

-Vendrás mañana?

Sonrió para mi misma -Siii.

-Eso es todo, adios- ambos nos reimos y me voy de la cancha despidiendome de las chicas.

-X-

Acabo de llegar a la casa, me sorprende cada vez más que Álex me necesita, yo lo apreció muchísimo y el lo sabe, siempre voy a estar para el.

*Marcando a Álex*

-¿Aloooo?

-Hey, ¿Que tal?- su voz se escucha un poco fracturada por la señal.

-Bien, todo bien, ¿y tu?

-Todo bien- me dice mientras ríe

-¿Me necesitabas?- le digo siendo coqueta.

-No, solo quería molestarte- se echa a reír.

-Que hijo de p...- me interrumpe.

-hey, hey, hey, tranquila, ¿acaso no me extrañabas?- me dice sarcasticamente.

-Si, pero estaba ocupada.

-Y porque no me dijiste?

-Porque quería ayudarte, pedazo de menso.

-Jejejje, si quieres puedes volver a hacer lo que hacías.

-No, no, no, quiero hablar contigo, ¿Como a estado todo?- le digo de forma Angelical.

Que no me la creo, eh vuelto a hablar con Álex y ya ni siento nada, sufrir cambia a las personas.

-Todo normal, pero y tu?

-Todo bién, estoy viva, jajajjajajaj- tuerzo mis labios.

-Si, si, Se nota- me dice sarcasticamente y me hace reir.

-Hay ni para tanto, ya- le digo dramáticamente y el lo nota pero le causa risa.

-No seas tan dramática, otros se mueren por estar así.

-Ah si?.

-Si, lo juro.

-¿Tan seguro estas Álex?- le digo seriamente.

-Por supuesto Liss- me asegura.

-Quien quisiera este desastre de vida?- le comento.

-Crees que tu vida es un desastre porque no te sientes agusto de como la ordenas pero es maravillosa.

-¿Eso crees?

-Si, y no dejes que nada ni nadie te haga pensar diferente.

-Me has ayudado mucho hoy- le lanzo un beso.

*Hace como si lo atrapara en el aire y lo arrastra hasta su corazón*

-Momentos asi nunca los olvidaré- me dice.

Se me llenan de lagrimas los ojos pero no las dejo caer -Yo tampoco los extrañaré.

-¿Es una promesa?- levanta su dedo índice.

-¡Pero ya tenemos muchas promesas!- le exclamo sorprendida.

-¿Y que?, lo que importa es la amistad.

-Vale, odio que tengas razón.

*Levanto mi dedo y ambos besamos cada uno el suyo mientras nos miramos por las pantallas de nuestros cel*

-Eres una gran amiga- me sonríe.

-Tu también eres un gran amigo- dejo soltar unas lágrimas pero me las limpio -Hablamos luego, voy a ducharme.

-Esta bien Lissa, cuidate.

-Cuidate Álex.

*AUTORA*

DUELE

La verdad es que duele como las cosas evolucionan despues del desorden que deja un corazón roto.

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¡Buenas Notícias, hoy voy a escribir muchos capítulos y en mis historias de instagram voy a revelar el nombre del segundo libro!

¡Y ES QUE SI CHICOS, ESTE LIBRO TIENE SEGUNDA PARTE!

PREPÁRENSE, para la que viene.

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