Capítulo 36

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Rafaella.

Amanece y yo voy directo al baño porque necesito una ducha, estoy un poco adolorida por lo de anoche pero soy consciente de que es un dolor de los buenos.

Me pongo un pijama/short y envuelvo mi cabello en una toalla para bajar a preparar el desayuno.

Antes de salir de la habitación le dedico una mirada al hombre que duerme plácidamente acostado sobre su abdomen.

Regreso a dejarle un beso en la mejilla y me toma aferrándose a mi cintura.

-A mí no me beses en la mejilla.-su voz es ronca.-A mí me besas en la boca.-suelto una carcajada por los berrinches ridículos que hace.

-Como digas, Kuznetsov.-lo molesto.

Trato de apartarme pero no me deja.

-Y tampoco me digas Kuznetsov.-me muerde el labio inferior.

-Pero ese es tu nombre.-digo fingiendo inocencia.

-Sí, pero no quiero que me llames así.-empieza a dejar besos por toda mi cara.

-¿Entonces cómo quieres que te llame?-pregunto interesada por su respuesta.

-Amor o Cariño, esos me gustan.-sus profundos hoyos negros brillan con picardía.

-Mejor...-finjo pensar.-Te diré como yo quiera.-me burlo y esconde su rostro en mi cuello riéndose y estallo en carcajadas por la vibración de su risa contra mi piel.

-Iré a preparar el desayuno.-me separo de él y no pone resistencia, así que bajo a preparar algo para alimentarnos ya que no tenemos a nadie de servicio que haga eso por nosotros.

De vez en cuando he visto que viene una señora a hacer limpieza y dejar el mercado hecho.

Cuando ya estoy en la cocina busco un bowl en todo el mensaje que tiene y empiezo a preparar la masa para los pancakes de avena. Conecto mi teléfono al reproductor de sonido de la casa, "Mírala bien" de Wisin y Yandel suena a todo volumen.

Agarro el cucharon de micro cantando toda la canción mientras muevo mis caderas.

Me encanta la música latina, mi mamá es colombiana y he crecido escuchando reguetón, salsa y todos los géneros de música habidos y por haber.

Prendo la cafetera y busco la leche en el frigorífico.

-No creí que te gustara esa música.-regreso a mirar sobre mi hombro al pelinegro.-Te creía más de Rihanna.-suelto una carcajada porque si soy.

-¿Quién no es fan de Rihanna?-le pregunto.-Pero también me gusta el reguetón y la salsa.

En ese momento empieza a sonar Te Amare - Huey Dunbar.

Me emociono porque esa salsa me encanta.

Me giro mirándolo con diversión, él sonríe al notar mis intenciones, me acerco y lo tomo de las manos pegándome a su cuerpo, empezamos a movernos de un lado a otro haciendo traspiés en nuestros pasos.

Para mi sorpresa se mueve muy bien.

-Sabias bailar.-me rio dejando caer mi cabeza para atrás.

-¿Por quién me tomas?-me besa en el cuello.-No tengo dos pies izquierdos, preciosa.

Me gusta verlo así, tan transparente, tan real.

Llega al coro y empiezo a cantar.

-Te amare.-empiezo a susurrar en su oído.-Te amare mientras viva.-continuo.-Te amare como nadie te amo. Tú eres todo en mi vida. El centro de mi corazón.-deja un beso castro sobre mis labios.-Te amare. Te amare con más ganas. Te amare con la fuerza del sol.-sonríe y los ojos se le achinan.-Hasta hacer que renazca de nuevo en tu alma el amor.-me separo retrocediendo y volviendo a juntarnos.-Te amare, uh uh uh oh, siempre.

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