CAPÍTULO V

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                       CAPÍTULO V

El "joven duque" caminaba tranquilamente por el jardín trasero observando algunas flores un poco marchitas.

—Hey tú, ¿quien se encarga de esto? —le preguntó a un guardia

—El jardinero no ha venido hoy, debía cortar hierbas en el bosque —respondió con la mirada baja

—Consigue a alguien que haga bien su trabajo, ahora mismo

—En seguida —se fue con prisa

Miró con fastidio las flores marchitas, iba a tomar una pero se detuvo al ver a Carmel corriendo.

—Joven —estaba agitada

—¿Que sucede? —la miró con atención

—La joven, Luna está inconsciente

—¿Debería importarme? Te dije que estuvieras con ella para que no perdiera la cordura —respondió con tranquilidad

—No comprende, no se ve bien. Parece enferma, por favor autorice para que llame al médico

—¿Porque hacer eso? De todos modos los humanos son débiles

—Joven, reaccione de una vez —lo tomó por los brazos —ya es conocido como quien odia a los humanos, no deje que lo llamen asesino

—Esta bien, puedes llevarlo

Carmel asintió con una sonrisa y se fue como había llegado.
Regresó dentro del palacio tomando asiento, observó el poco movimiento de siempre.
Estaba en aquel inmenso palacio pero no tenía mucha servidumbre, no tenía planeado quedar mucho tiempo, no más de lo que ya lo había hecho.

—Ve a preguntar por la mujer —dijo con seriedad a un guardia

Momento después regresó con Carmel, hizo una seña para que quedaran a solas.

—¿Entonces?

—Al parecer la señorita está enferma, pero aun no ha determinado si es se gravedad.

—¿Eso dijo el medico? —asintió

—Joven creo que si habla amablemente con la señorita le diría todo lo que quiera, o en todo caso lo haría para que le permitirá abrir los ojos de nuevo

—Te preocupas demasiado por ella —bebió un poco de agua

—Es una joven que por lo escuche cuando se lo preguntó, vino sin pensar ¿quien haria eso? Alguien solitaria, ¿no cree?

—No lo sé, y no me importa.

—En este tiempo no se preocupó por lo que sucedería afuera, quizá no tenga familia...

—Carmel —la interrumpió con seriedad — cuando esté en plana Conciencia traela ante mi

—Como ordene

Se retiró, al parecer molesta y el duque quedó igual.
Se levantó para salir del palacio montando un caballo oscuro como la noche, siempre era igual, no dejaba que nadie lo acompañe. Se adentró en el bosque sin temor, conocía perfectamente esas tierras y no le preocupaba en lo absoluto. Aunque tampoco le sucedería nada, las bestias no podían ingresar a su territorio.
Cabalgó hasta la cascada donde la encontró y observó un momento la entrada.

—¿Como es que pudiste entrar? —se preguntó a si mismo recordando cuando la vió

Regresó su vista a la cascada, se acercó extendiendo su mano para sentirla.

—Echo de menos mi antigua vida y a ti... —soltó casi en un lamentó mientras miraba arriba

Merodeó por el bosque con tranquilidad, observó los animales, algunos se asustaban al verlos, otros solo continuaban en lo suyo. Algunos lo sentían como una amenaza y no los culpada, sonrió con ironía, después de todo era una gran amenaza.
Regresó después de varias horas y luego de tomar un baño se dirigió a la sala donde Carmel lo esperaba.

EL LLAMADO DE LUNA [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora