CAPITULO XIII

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                 Capitulo XIII

Luna se alistaba con ayuda de Carmel que había escogido un vestido muy bonito para la ocasión.

—Carmel, ¿el palacio está lejos? —preguntó mientras abrochaba el vestido

—Para nosotros a un día cabalgando

—¿Entonces porqué el vestido? Se arruinará

—No, usted irá con el joven. Saldrán al anochecer y llegaran en minutos, él conoce todos los secretos del bosque. No se preocupe

—¿Secretos?

—Ya lo verá —se puso de frente entregándole una túnica con capucha —le hará falta

—Gracias —sonrió

—Mi único pedido y consejo es que en ningún momento se aleje del joven, prometalo —la tomó de las manos

—¿Porqué?

—Solo prometalo

—Lo prometo

—Bien —se relajó —vamos, debe estar listo

Salieron hasta las puertas principales donde V ya estaba esperando, en cuanto la vió quedó sorprendido.

—¿Me veo mal? —preguntó incomoda

—No, todo lo contrario —subió y le extendió la mano

—Con cuidado —dijo Carmel con una sonrisa

Luna la tomó y subió sin problemas, se despidió de Carmel para después  aferrarse a él. Salieron con un poco de prisa hasta el bosque donde se desvió del camino, llegando a la profundidad de éste. Allí observó un árbol inclinado que al cruzarlo el paisaje cambió completamente.

—¿Que fue eso? —preguntó sorprendida exhalando un poco de vapor

—Acabamos de entrar al cuarto territorio. Este es el territorio del Sur —giró para mirarla —abrigate

Asintió cubriéndose la cabeza y así avanzaron hasta distinguir el palacio, fueron recibidos por numerosos guardias que al ver al Duque solo inclinaron la cabeza.

—Hermano mio, es todo un acontecimientos tenerte aquí —sonrió —Luna, ambos son bienvenidos a mi humilde palacio —señaló

Aquello no tenía nada de humilde, era una estructura más moderna y con más riquezas, sin mencionar la servidumbre e incontables mujeres que caminaban de un lado al otro.

—Vaya —observó las pinturas en las paredes

—¿Le agrada? —Alexandre le tomó la mano

—Es muy bonito —se soltó y miró a V

—Pueden quedarse todo lo que quieran —sonrió a su hermano

El festejo marchaba muy bien, excepto por ciertas mujeres que miraban a V y a Luna le molestaba. Instintivamente tomó su brazo y él la miró.

—¿Sucede algo? —susurró cerca

—No —sonrió y lo soltó

—Bien

—Duque —se acercó una rubia muy sonriente —que honor verlo por aquí. Espero que la velada sea de su agrado 

—Lo es

—¿Quiere compañía? —intentó acercarse

— Ya la tengo —abrazó levemente a Luna por la cintura provocando su sonrojo

EL LLAMADO DE LUNA [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora