Capítulo 1

3.9K 245 106
                                    

La historia sería muy diferente si las cosas salieran tal cual uno lo planea. El plan original era que el dragón enamore al sol y así juntos danzarían en los cielos, donde nadie podría hacerles daño, donde son poderosos.

Pero los dioses nos hacen fuertes o débiles y fue así como pusieron al lobo en el camino cuando todos creían que en realidad fue el dragón quien intervino en busca de su destino.

En un mundo irreal, la magia no siempre es blanca y pura, pues la más oscura yace dentro de todos nosotros.

Las almas buenas abundan pero las malas rugen más fuerte.

Y en la danza de dragones todas se volvieron de una misma condición...

Dorne, tierra rebelde que no se somete.

Era indomable mucho antes de la llegada de Aegon el Conquistador, y los dragones más temibles no pudieron doblegarla. Sepultura de Meraxes, capaces de detener una batalla con solo una carta.

Famosos por su espíritu noble y aguerrido, hijos del sol y la lanza, echaron raíces en suelo inestable y dorado pero se hicieron firmes e irrompibles.

Alegres, fuertes, libres, justos y perspicaces, hasta que una mala decisión los deja en la fina línea que divide a los sometidos de los doblegadores...

  --Es la mejor oferta que tiene sobre la mesa, lo sabe. El Norte puede ofrecerle un buen compromiso pero solo la corona puede proteger a la corona.-- Comentó la reina de Poniente.

Qoren meneó la cabeza, era cierto pero la segunda oferta seguía siendo demasiado buena y su hija estaría menos expuesta.

El príncipe estaba en aprietos, no podía darse el lujo de vacilar sobre la protección de su pequeña heredera.

Elisa Martell, su hermana, era frágil y vulnerable ante los encantos de cierto príncipe rebelde, y fue fácil para tal hombre convencerla de derrocar a su propio hermano y darle muerte a su sobrina para gobernar las tierras que los Targaryen jamás pudieron conquistar. Estaba tirando a la basura el esfuerzo de siglos.

Según Daemon, llegado el momento de reclamar el trono -porque Rhaenyra no sería elegida por la gran mayoría de los lores y Aegon era un mocoso estúpido-, tener el apoyo de una tierra que jamás los reconoció le daría el poder suficiente para sentarse en la silla de espadas fundidas. Además, si la situación se tornaba complicada e iban a la guerra, tenía el aliado perfecto para acabar con los dragones enemigos y perdurar por encima del resto de su familia.

En el fondo sabía que Viserys siempre lo tuvo en mente como su heredero, pero ese gran error en el burdel lo despojó de su sueño. La lengua floja lo llevó a auto sabotearse.

Por otro lado, la reina Alicent Hightower, ambiciosa e inteligente, se valió del popular odio hacia su cuñado rebelde, para dar comienzo a su plan sobre conseguir aliados.

Ambos se disputaban la misma lealtad.

Su cordialidad y atenciones fueron bien recibidas por el príncipe dorniense; era hábil a la hora de ejecutar sus designios, por lo que fue un rotundo éxito cuando propuso unir las familias por medio de un pacto de matrimonio por conveniencia. Su esposo, el rey Viserys, quien no tenía idea de lo que realmente estaba empezando su esposa, celebró tal alianza. Él soñaba con unir todos los reinos en paz y pensó que su esposa lo estaba logrando.

La única persona que no estaba armando un plan de respaldo era la mismísima Rhaenyra. Ella, en su inocencia, creyó que, como su padre la nombró estaba claro que debían seguirla, así que se dedicó a disfrutar de sus hijos pequeños y a gozar por las noches con su amante: Harwin Strong, el hombre que una vez debió ser su esposo.

 𝘍𝘪𝘳𝘦 𝘖𝘯 𝘍𝘪𝘳𝘦[En edición] ۞ Targaryen - Martell - StarkWhere stories live. Discover now