Capítulo 14

1.7K 172 109
                                    

De todas las batallas que podía imaginar tener, esta era la única en la que se veía claro perdedor.. llevaba más de cuatro semanas intentando acercarse a Alysha, pero ella parecía escapar de él o al menos no interesarle lo que tenía para decir porque no había un solo momento que se detenga a oírlo. Aún así, Aemond sería paciente, tomó esto como una prueba de que lo que vale, cuesta... y de que ella era orgullosa y terca en la misma cantidad que hermosa.  
  
   "El único momento en el Aly es accesible es ese pequeño espacio entre clase y práctica que utiliza para cambiarse de ropa" había dicho Helaena y era justamente la oportunidad que esperaba Aemond...  

   Intentaba sujetarse el cabello pero su trenza era bastante mala, la desarmaba y lo volvía a intentar, una y otra vez. --Esta condenada trenza no me va a ganar.-- Susurró tan concentrada que no reparó en la figura que se encontraba en la puerta, observándola hacía varios minutos.  
  
    --¿Quieres irte?--       

    Se sobresaltó y maldijo cuando escuchó la voz de Aemond asustándola. --¿Qué?-- Lo miró confundida.   
   
    --¿Quieres regresar a Dorne?-- Dio varios pasos hasta quedar bastante cerca como para que nadie los escuche.  

    Vaya forma de empezar la plática que más esperaba...

   --¿Quién te dijo eso?-- Frunció el ceño.    

   --Nadie, lo oí yo mismo.-- Expresó con dulzura y tristeza.    

   Sonrió apenas visiblemente, dejó el cepillo en la mesa y caminó hasta la puerta. --Bien... no deberías oír conversaciones ajenas.-- Respondió sin mirarlo, mientras intentaba escapar nuevamente.   
   
    --¿Es por mi?-- La detuvo poniendo la mano sobre su abdomen. --Mírame,-- Susurró cerca de su rostro, estaba demasiado cerca y eso ponía nerviosa a Aly. --¿Quieres irte por mi?--  

   Ella no se atrevió a mirarlo. --Sí.-- Fue todo lo que dijo, veía más seguro observar el suelo que a su prometido.    

    --¿Por qué no me miras?-- La tomó por la barbilla para levantar su rostro.     

    --Porque de nada sirve darme cuenta que de los dos, soy la única que mira al otro con amor.-- Se soltó de su agarre y volvió a donde antes estaba. --Necesito terminar mi trenza para ir a las prácticas, por favor, déjame sola.--    

  --No eres la única de los dos que ama.--    
 
   Aly sonrió con burla y dolor ante eso. --Aemond, no quiero mantener una conversación en la que se que tengo la razón.-- Intentó formar la trenza nuevamente y al ver que volvía a fracasar lanzó al suelo la pequeña liga por frustración. Puso ambas manos en la mesa. --Tu no me miras, no me besas, no me tocas, no me prestas atención... no me amas. ¡¿Para qué seguir aquí?!-- Casi gritó con la frustración recorriéndole el cuerpo. 
      
   --¿Crees que no te amo porque no te toco?--       

   --¡Sí!-- Dijo explotando en molestia. --Tengo dieciséis años y el único beso que obtuve de ti fue porque yo te lo robé. No me deseas, no me buscas, no miras con ningún tipo de mirada y estoy arta de ver pasar los años y que cada día te alejes más de mi, no quiero un matrimonio como el de tus padres, no merezco eso. Necesito que me desees y es horrible tener que decírtelo. Prefiero irme y sufrir durante un tiempo a quedarme y marchitarme un poco mas todos los días.-- 
      
  --Me cuesta saber como tratarte... ¡Para mi eres una princesa, no una prostituta!--     

  --¡Soy mujer antes que princesa y te deseo, Aemond!-- Esta vez sí gritó, su pecho subía y bajaba por la respiración errática. --Dices que para ti soy una princesa y siquiera me tratas como una...-- Lo miró. --Supongo que estás intentando conocerme porque en todos estos años jamás lo buscaste.-- Expresó con molestia. --Bien, te diré cosas sobre mi: puedo ser quien toma la lanza, usa pantalones y practica con guardias reales y al mismo tiempo alegrarme por un vestido nuevo, amo los libros con aventuras llenas de guerra y sangre pero lloro con una historia de amor imposible, soy una mujer que se forma para ser una líder implacable y al mismo tiempo quiero un baile con mi príncipe, un beso bajo la lluvia y que me digas que me veo bonita. No soy prostituta pero quiero que desees hacerme mil cosas con solo verme... lo necesito. Puedo ser frágil y fuerte, delicada y dura, salvaje y tierna. Puedo ser mil cosas, pero lo que digo pierde la magia al tener que contártelo para que lo sepas porque jamás lo descubriste por ti mismo.-- Lo miraba con rabia para evitar las lágrimas porque no le daría ese gusto. Sus ojos estaban llenos de fuego. --Ahora que lo sabes... por favor, vete que intento terminar esta maldita trenza para irme.-- Jaloneó su propio cabello en frustración.  

 𝘍𝘪𝘳𝘦 𝘖𝘯 𝘍𝘪𝘳𝘦[En edición] ۞ Targaryen - Martell - StarkWhere stories live. Discover now