Capítulo 4

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Parece que tenemos cosas en común Kamila.
(Choque eléctrico de las estrellas)


Me levanté temprano pero mi humor estaba pésimo porque a pesar de no haberme acostado tan tarde, al parecer no había descansado nada. Odio cuando me pasan esas cosas, despertar más cansada de lo que me acusto no es para nada agradable.

Organicé las cosas para la escuela y metí algunos libros que me faltaban en la mochila, además de colocar el dibujo dentro de un cuaderno para que no se extropeara.


A la hora del receso tuve una discusión con Rosa y Elissa, porque se suponía que eramos un grupo y yo sentía que ellas me estaban ocultando cosas, además de que planeaban salidas y siempre me excluían, no se por qué pero sentía que las cosas estaban cambiando. Ellas salían juntas y ni siquiera se tomaban el trabajo de preguntarme si quería ir con ellas, entre otras cosas que sólo me demostraban que la que estaba sobrando era yo.


Mi humor estaba incluso peor que por la mañana y alguien me llamó al celular. Ni siquiera vi el nombre del contacto y desplazé el dedo por la pantalla.

-Si hola.


-¿Donde estás?-Esa voz no me parecía conocida.


Retiré el celular de mi oído y me fijé en el nombre: David.


-En mi salón. ¿Por...?


-Ahora no puedo bajar porque tengo algo que adelantar pero ¿Me podrías traer el dibujo a mi salón ?


-¿En cual estás?


Sabía que era un curso mayor que yo, pero no exactamente cuál.


-Tercer piso, segunda puerta del pasillo.


-Vale.


Me apresuré antes de que sonara la campana y subí al próximo piso, no fue muy difícil porque solo habían tres puertas.


Me asomé y traté de localizarlo con la mirada, ahí estaba, sentado en una de las mesas del medio. Estaba conversando con un chico que parecía ser su amigo, se reían de algún comentario que hizo David y hasta daban ganas de no interrumpirlos, porque nunca había visto una sonrisa tan bonita.


Despúes de estar embelesada recordé que este no era mi salón, y que casi sonaría la campana, lo llamé y le hice un gesto para que supiera que estaba aquí y vino hacia donde yo estaba.


-Espero te guste-Le entregué el dibujo y él se quedó observándolo.


-Te quedó muy, pero muy bien. De verdad muchas gracias.


Le respondí con una sonrisa y de pronto caminó hacia mi, algo que no creía que haría. Acercó su rostro al mio y dejó un pequeño beso en mi mejilla. Fue solo un instante, pero solo eso bastó para sentir un choque eléctrico en mi sistema.


-Bueno regreso a mi salón-Lo mejor sería irme, puesto que ya estaba nerviosa.


-Vale, gracias de nuevo-Mientras me alejaba él se despidió con la mano.


Llegué a tiempo antes de que sonara la campana y me senté en mi lugar. Resumiendo mi día no volví a hablar con las chicas porque aún seguía molesta y ellas no se dignaron a hablarme tampoco. Dieron la salida de la escuela temprano, cuando llegue a mi casa almorcé y me fui a mi habitación.



Dv: ¿Ya te di las gracias por el dibujo?


Km: Al menos unas 20 veces, si.

Dv: Se lo enseñé a mis papás, dicen que es verdad que hay personas que tienen ese don.


Km: Gracias por eso.

Dv: ¿Vas a cursos para aprender?


Km: No, jamás he ido a alguno.

Dv: No te creo.


Km: No tienes por qué hacerlo.

Dv: Es que eres muy buena para ser autodidacta.


Km: Pues así están las cosas.


Cerré el chat y me puse a escribir, ese es otro de mis pasatiempos. Me gusta plasmar lo que pienso y siento en las letras, mis escritos se basan en su mayoría en poemas románticos.


Primero que todo busqué un enfoque, un tema para desarrollar en el poema y me decidí por uno en específico. Después de un rato obtuve él resultado final:

"Para una estrella tan pequeña y con una luz a poco dar, se le dificulta a veces hacerse notar. Entre fugaces y constelaciones resaltaba un cometa de tantos millones.
La diminuta estrella que su vida era de total normalidad, se quedó helada cuando al dichoso cometa vio pasar, le fascinó su luz y la velocidad que podía alcanzar,además de los muchos colores que lo distinguían de los demás.
El cuerpo pequeñito que estaba acostumbrado a la rapidez del sistema solar, sintió todo ir mas lento cuando los ojos de la piedra la quisieron fijar.
El cometa siguio su camino, pero la estrellita no lo dejaría escapar, dijo:Esto tiene que significar más!. Viajó tropezando con asteroides y por encima de planetas a quien sabe donde. Creyó que lo había perdido, pero no, al mirar bien a lo lejos lo detectó en su camino.
Dispuesta a acercarse y por primera vez hacerse notar llegó al cometa sin dudar, pero no esperaba ver bailar a otra estrella en su lugar".


Si ven parecido con la realidad, es pura coincidencia.


Decidí publicarlo y esperé a ver las reacciones de mis amigos. Rosa y Elissa lo vieron pero todavía no me decían nada y Joel, un compañero de curso me envió algunos emojis de aplausos.



Ya eran al menos las 10:00pm y estaba hablando con Amanda de los planes que tenía para la fiesta sorpresa de su mamá, su cumpleaños era en unos días y estábamos planeando hacerle algo bonito.


Y recibí un mensaje de David. Al parecer ahora íbamos a hablar más seguido.

Dv: ¿Lo escribiste tú?-Preguntó refiriéndose al poema.

Km: Si.

Dv: Está genial, yo también escribo.

Km: ¿Ah Si?


Dv: Parece que tenemos cosas en común Kamila.


No se si fue la forma en la que yo leí ese mensaje o que fuera una coincidencia que el también escribiera, pero me empezó a gustar esa conversación y esta nueva "amistad".

De la Luna a SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora