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Maddy's pov

Tan pronto como crucé el umbral, me dio la vuelta. Mi espalda se presiona contra una puerta ahora cerrada, con Harry rondando cada vez más cerca de mi. Puedo sentir el calor de su cuerpo irradiando contra mí, nuestras manos aún entrelazadas, nuestras bocas sin aún conectarse, simplemente me quedé mirando esos ojos verdes con los que he estado tan cautivada toda la noche. La única diferencia es que el brillo que podía iluminar una habitación ha desaparecido, el verde brillante se convierte en uno oscuro lleno de lujuria.

El momento se rompe cuando escucho un clic de bloqueo. Giro la cabeza y miro hacia abajo, encontrando su mano cubierta con un anillo sobre la cerradura de la puerta. Cuando lo miro, tiene una sonrisa divertida en los labios, ambos sonreímos sabiendo lo que estábamos por hacer.

— Por los viejos tiempos — Dice sobre mis labios, lo que hace que los dos sueltemos una risita, y antes de que pueda procesar algo más, sus labios están presionados contra los míos por tercera vez en el día.

No sé qué es, pero de alguna manera este beso se siente como si finalmente hubiera llegado a casa después de un largo viaje por alrededor del mundo.

Nuestros labios encajan como piezas de un rompecabezas. Hicieron clic como si fueran la pieza faltante que has estado buscando desde siempre.

Eramos el uno para el otro.

A diferencia de como es con Thomas, Harry lo toma con calma. No hay prisa detrás de esto, no hay motivos ocultos, los dos estamos disfrutando el tiempo que tenemos. Seguro que ambos podemos sentir cómo va a terminar esta noche, pero él no lo está apurando. Por ahora, solo está disfrutando la simpleza de besarme.

Me hace sentir amada, aunque no se si el sigue sintiendo eso por mi.

Nuestras bocas continúan juntas, su lengua finalmente se desliza contra mi labio inferior mientras ruega que lo deje entrar. Como no tengo autocontrol en absoluto, le concedo la entrada de inmediato. No se lo que significa control cuando estoy con el. Mis manos alrededor de su cuello jugando con el cabello en la nuca que tanto extrañaba, era extraño jalar su cabello corto cuando hace menos de un mes lo tenía en un largo alborotado que disfrutaba jalar mientas estaba comiéndome. Sus manos recorren mi cuerpo, frotando mis costados, deteniéndose en la parte superior mientras su pulgar acaricia el costado de mi pecho.

Empujo la puerta verificando que sea mi habitación mientras mantengo nuestros labios conectados por el momento, moviéndonos a los dos más adentro de su habitación y más cerca de la cama.

Deteniéndome antes de llegar a mi cama, mis manos alcanzaron el botón de sus pantalones, desabrochándolos y bajándolos lo suficiente para poder exponer su longitud. Mi boca se separa de la suya, pero cuando me muevo para bajar, me detiene.

— Mads, ¿qué estás haciendo? No tienes que...

— Oh, lo siento — Me alejo de él, un poco avergonzada por lo que acaba de pasar sin querer hacer contacto visual — La costumbre del oblig... — Murmurlo sin pensarlo, pero creo que el me había escuchado.

Lo vislumbro por el rabillo del ojo, ya que mi rostro todavía está un poco alejado de él. Se ve confundido, con el ceño fruncido mientras susurra para sí mismo — No fue lo que quería decir.

Como si algo hiciera clic en su cabeza, comienza a pronunciar sus palabras. — Oye, oye, oye, mírame, mírame, Mads — Sus manos están ahuecando mi rostro  y llevándome a mirarlo a sus ojos verdes.

— Madison — Cuando mis ojos desconsolados continúan evitando los suyos, sus pulgares trabajan de un lado a otro en mis sienes — Ángel, mírame — Se toma un momento, sus ojos escanean mi rostro de un lado a otro, incapaz de establecer un destino final.

INVISIBLE STRING [H.S] Where stories live. Discover now