Un amor como el fuego, ardiente pero destinado a extinguirse.
Dejo de ser la belleza de circasia a ser la sultana más poderosa.
Aquella que hizo a todos temblar y pedir perdón de rodillas.
Para el sultán Gaia era " una joya en el palacio"
Y para otr...
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Dos semanas después.
Nükhet estaba pálida y hambrienta, Hatice había cruzado límites y atento contra una mujer embarazada y contra una pequeña niña.
Raziye cada noche lloraba pidiendo a su madre, sus hermanos mayores habían ido con Hürrem sultan a buscar protección mientras que Firuze se creía la dueña del palacio.
—¿Madre estará bien? ‐ Aytaç sonó preocupada, Hürrem acaricio su mejilla con lentitud.
—Sí, Sumbul le llevo comida y a Raziye también, ambas estarán bien, no se preocupen.
—Esta vez cruzaron límites - murmuró Mihrimah —Padre no dejará pasar esto.
Hürrem soltó un leve suspiro, Süleyman era una persona muy cambiante y desde que estaba con Firuze todo podía pasar.
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Mahşa bajo del caballo y corrió por el palacio, los agha y criadas se quitaban de su lado al escuchar a Rustem mencionar su rango y nombre.
—¿¡En dónde está mi padre!? - el agha dudo —¡Habla!
—Ella es Mahşa sultan, su hija favorita -el hombre la miro.
—Fue a cazar con los príncipes - Mahşa echo a andar nuevamente y tomo un caballo para correr hacía el bosque.
