Cuando todo termine

Capitulo 18

Eres privilegiada de conocer la única parte de mi que es real.

Heist/Ariana Godoy.

Dicen que una vez que sana la herida queda una cicatriz, una cicatriz que te ha enseñado a crecer, a aprender, una cicatriz que te marca, una cicatriz que te enseña a ser mejor persona, una cicatriz que te enseña a conseguir algo mejor que lo que tenias, una cicatriz que te hace fuerte.

Pero eso no fue para mi, esa cicatriz la odiaba con toda mi alma, me decía que yo no seria como los demás, una cicatriz que marcaba mi vida con malos recuerdos, esa cicatriz que me hacia sentir que era una persona, una persona que no valía nada, que no tenia derecho a venir a este mundo, esa cicatriz que me hacia odiar a mis padres, que aunque me dieran lo que quería jamás borrarían ese dolor, esa cicatriz que marco mi infancia, esa cicatriz que jodió toda mi vida, y aquí estaba yo hecha pedazos, no había nadie que reparará mi vida, nadie solo yo, pero había renunciado a eso, ya estaba cansada de hacerlo y no tener respuesta.

Y ahí estaba él, abrazándome haciéndome sentir segura, ahí estaba el hombre al que había decidido abrirle mi corazón, esperando una respuesta.

Ese hombre que había sido mi faro en la tormenta, ese hombre que me saco de la oscuridad para ver la luz, ese hombre que me enseño a ver el lado positivo de la vida, ese hombre que me enseño que después de la tormenta saldría el sol, que esto no duraría para siempre, llegaría el momento de extender las alas y volar lejos de ese lugar para ser feliz.

Acariciaba mi cabello con sumo cuidado, le debía una explicación, tenia que decirle la verdad, aunque me doliera, se la debía, por que me estaba ayudando a construir nuevamente mi vida.

Respire profundamente, solté el aire, y comencé.

-Cuando era una niña... Mi infancia no fue bonita es decir... Yo había sufrido el desprecio de mis padres...

Las lágrimas ya corrían por mis mejillas, tenia que decírselo, no podía guardar ese secreto en mi interior para siempre.

Vamos se fuerte.

Continúe.

-Mis padres me odiaban, ellos no querían una niña, querían un niño, mi padre... Me decía que era un error, yo no... Estaba en sus planes, a los nueve años, comenzó a golpearme... Tomaba mucho, cuando llegaba a casa... Me buscaba y sacaba su frustración conmigo... Y en uno de esos golpes me lastimó la columna vertebral... Me ingresaron al hospital, los médicos hicieron todo lo que estuvo a su alcance... Mis hermanos iban a visitarme, Lionel me metió a la cabeza las carreras de la F1, veíamos todas las carreras... Mi pasión fue grande por aquello... Todo se arruinó por que me dijeron que yo no podía correr... Es decir, mi sueño de ser piloto de automovilismo... Se había arruinado, después volví a casa de mis padres... Papá empezó otra vez a gritarme, sin tocarme, por que si lo hacia iría a la cárcel... No sabia que hacer, ya no podía hacer nada, leía para no sentirme sola, me refugiaba en sus páginas, olvidaba lo que pasaba, la ansiedad y la depresión aparecieron, Oscár se entero, aunque no sabia que hacer, durante ese tiempo se había refugiado en las drogas, paso de ser un chico tranquilo a uno peligroso... Para que papá no me volviera a gritar convencí a varias empresas, para que comerciaran en tequila de mi padre tuvo éxito... Aunque mi hermano no estaba seguro de que no volviera a hacer lo mismo...Me saco de Puerto Vallarta, donde vivía, me llevó a Ciudad de México, ahí me ingreso a una nueva escuela, a la vez que iba a consulta con la psicóloga que Oscár había pedido para mi, durante cinco años estuve ahí, en esa ciudad, mis hermanos, iban a visitarme de vez en cuando... Ya que ellos se habían ido del país... Cuando termine todo eso, Oscár se hizo cargo de mi, lo había hecho desde mas antes aunque no del todo, después de lo que sucedió decidió cuidarme para no volver a pasar lo mismo, se hizo cargo oficialmente de mi a los veintiuno, me saco de casa, le pidió a mi padre la custodia mi padre se la dio, fue difícil para él, ya que tenia que estudiar, a la vez... Pero desde entonces él me cuida, como si fuera su hija.