Epílogo

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—Eres la persona adecuada, Aiden, pero...

—...en el momento inadecuado, ¿no?

—Sí —esbocé una sonrisa triste.

Tardes de otoño, Joana Marcus.


Querido Edwin:

Lamento que todo esto pasará, jamás creí que esto terminaría así. Muchos me han dicho lo malo que has sido en tu día a día y me siento privilegiada de poder conocer esa parte buena de ti.

Gracias por permitirme formar parte de tu vida.
Gracias a ti llevaré está parte grabada en lo más profundo de mi corazón.

Me gustaría quedarme pero no puedo, está ciudad está grabada de agradables momentos y al caminar por algunos lugares se me parte el corazón al acordarme de ti y duele no poder tenerte.

Si hago esto lo hago por ti,
por mi,
por «nosotros».
Si es que hubo un «nosotros».

Espero que puedas comprenderme y si algún día decides volver a ser tú mismo, a ser feliz como lo fuiste a mi lado.
Ven a buscarme.

Ven y cumplamos nuestros sueños, Ven y está vez seamos solo uno.

Es lo único que te pido.

Y si un día decides rendirte está bien, lo entiendo.

Yo trataré de cumplir lo que te prometí, aunque se que en el fondo de mi alma yo siempre será para ti.

                                    

                   
                Con cariño Sandy.

Cuando todo termineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora