Capitulo 19

13 7 0
                                    

No quiero que seas mía, quiero que seas libre tuya y aún así decidas que quieres estar contigo.

El día que dejo de nevar el Alaska/Alice Kellen.

Me levantó de la cama, hoy es un hermoso día, voy al cuarto de baño, me doy una ducha, una vez terminado, me envuelvo en una toalla, seco mi cabello mientras salgo del cuarto de baño.

—Buenos días Sandy —su voz hace sentir mariposas en el estómago.

Me volteo esta sentado, jugando su móvil, y sin mas me ruborizo.

—Buenos días Edwin —balbuceo llena de emoción.

Se acerca a mi, recorre sus manos por mi cuerpo, se posan en mi trasero, y yo me quedo sin palabras solo lo veo embobada esperando a que me bese, se inclina, empieza a devorar mi boca con la suya, rodeó su cuello con mis brazos, lo acercó mas a mi profundizando el beso, sus manos viajan por todo mi cuerpo, me sienta en su regazo, besa mi boca, continua con mi cuello y se detiene en mi clavícula, cada rosé hace ponerme el vello de punta.

—Cariño —digo llena de placer, solo ël sabe darme placer con solo tocarme.

Deja lo que estaba haciendo y me mira.

—Bueno me parece que fue suficiente, vamos o llegaremos tarde.

—No, mejor quedate conmigo —pido apretándole mas contra él.

—Ya nena vístete, que me estas volviendo loco —comenta acariciando mi cabello.

Me pego mas a él rozando mi cuerpo con el suyo.

—Arzul me estas provocando —dice mirando el techo.

—¿Y que? —preguntó lamiendo su mejilla.

—Sabes lo que va a pasar —contesta nervioso.

—Si lo se —digo lamiendo su cuello.

—Te espero a fuera —responde dejándome en la cama.

Se acerca a la puerta, lo detengo.

—¿Por donde entraste? —preguntó enarcando una ceja.

—Por la puerta —contesta sin mas.

—¿Te vio Oscár?

—Si eso fuera estaría muerto —dice haciendo un guiño.

Sale de la habitación, me visto, escogiendo un vestido de lineas rojas y azules, con un escote V que la da vista a las curvas de mi pecho, peino mi cabello con una trenza, me pongo unas sandalias, salgo de la habitación.

—¿Lista? —pregunta hurgando la nevera.

—Si estoy lista —contesto acercándome a él.

—Que hermosa estas —sus palabras provocan que se encienda mi rubor.

—¿Que buscas? —pregunto intentando que sus palabras no me pierdan en las nubes.

—Comida —responde encogiéndose de hombros.

—Ooo vaya.

Me acerco a la nevera, sacó un zumo de uva, una caja de leche. Del horno saco una cesta de mantecadas rellenas de chocolate, son las favoritas de Oscár.

—Toma —digo acercándome a él.

Le doy la cesta de mantecadas.

—¿Quieres leche o zumo? —preguntó alzando ambas cosas.

—¿El zumo de que es? —pregunta mirando la caja.

—Uva.

Pone una mueca de disgusto.

Cuando todo termineWhere stories live. Discover now