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Akira.

Maldito viejo.

Estuve a punto de exponerlo ante toda la clase que es de los clientes más frecuentes en el club, es de los clientes que pide cosas que a uno no se le ha imaginado.

Pero no puedo.

Eso traería problemas a mi trabajo y no me conviene.

Más que ser un club sexual, es donde las personas son libres, liberan con extraños sus más sucios deseos, y se los cumplen.

Desde que entré acá, no he tenido sexo con ningún cliente. Eso lo sabe cada persona que quiere mis servicios.

Yo me dedico más a amarrar, esposar, humillar, y como me dicen, a dominar.

Aprendí que tener sexo no es la única manera de sentir placer, eso se puede sentir haciendo distintas cosas, por ejemplo, a mí me da placer amarrar a hombres.

Hacerlos suplicar.

Y a ellos les da placer ser amarrados y suplicar.

Es algo donde ganamos ambas partes.


En mi vida diurna me dedico a estudiar administración de empresas.

Me encanta todo lo que tiene que ver con administrar, contabilidad y todas esas cosas. Que puedo decir, soy fan de los números, y eso es especialmente porque me gusta el dinero.

Y no el de cualquiera.

Me gusta mi dinero.

Ganar dinero, y gastarlo sabiendo que es solo mío, que yo me esfuerce por él, se podría decir que me da placer.

Algo tan mundano como trabajar para conseguir mis cosas me satisface.

Me hace sentir en control.

Porque si ocupo el dinero de alguien más, como de mis padres, no sería lo mismo, porque no podría tener control sobre él. Ya que, de una u otra manera encontrarían la forma de hacer que siga sus órdenes.


Bueno, este tema es muy profundo, tiene varias cosas, que por ahora no puedo ni pensar en ellas.

Porque después de que el profesor me echara de su clase, me vine a arreglar para presentarme en el club, y ahora, bueno, ahora mismo espero a los clientes.

Me he pintado el cabello negro, a veces con la peluca no lo muestro, pero hay ocasiones donde los clientes pagan demasiado y quieren verme sin peluca, ni antifaz, excepto de que yo no me quito en antifaz ante cualquiera, lo puedo hacer, pero obviamente por privacidad me niego siempre.

Es muy fácil conseguir que los clientes desistan de su decisión, ya que, la mayoría son sumisos, y con una orden, ya están a mis pies.

—Wendy, tienes al mismo chico de la otra noche.—Dice Fátima.

—Gracias Fátima.—Contesto colocándome el antifaz.

Wendy es mi nombre falso. Todos tenemos uno acá.

—Y... me acaban de informar que viene acompañado. Al parecer se trajo al amigo, y dios, nena, se ven de buena situación.

—Fátima, sabes que no trabajo de a dos, tomo uno a la vez, es muy peligroso para mí estar en una habitación con dos hombres, y más encima uno no es cliente frecuente.

—Para eso tienes guarda espaldas.—Se encoge de hombros.—Si quieres, yo me quedo con el nuevo...—muestra a unos tipos que están en el pasillo.

—Está bien, pero tú le irás a informar eso.—Señalo a los tipos—Y si te dicen "somos los dos o nada" los mandas a la mierda.

—Bien nena.

Es hora de trabajar.

Dominame ✓ [Terminada, primer Libro]Место, где живут истории. Откройте их для себя