49

25.7K 1.5K 43
                                    

Damon.

—Camina.—Ordeno cuando se detiene afuera de la habitación de enfermería. Donde él ocupaba.

—Está herida. Déjame curarla.—Ofrece.—Por favor.

—Ya te dejé despedirte. Agradecerlo y camina.—Ordeno.

—No lo hagas por mí. Hazlo por ella. —Pide.

—No es tu hija. Y lo sabes.—Contesto.

—No es Yuri. Tú lo sabes.—Contraataca.—Ambos sabemos que no es por el parecido. Es por ella. Y temo que por eso quieras acabar con ella... Pero parece que ella acabará contigo.

—Fierro. Para.—Suspiro cansado.—Mi intención nunca ha sido lastimarla.

—¿Y a mi hija si? ¿A ella si la querías lastimar?—Ataca.

—Te he dicho mil veces como pasaron las cosas.

Él niega.

—Mátame de una vez. Acaba conmigo de una vez.—Cambia de tema.

Es experto en eso.

—¿De verdad me odias?—Pregunto con voz suave. Recordando los momentos dónde él me acompaño.

Tantos buenos momentos.

—No. Y eso es por lo que más me odio. A pesar de saber lo que has hecho. No puedo... No puedo llegar a odiarte. Ni mucho menos a quererte muerto. Tengo rabia. Porque no la salve de ti. Pero no puedo odiarte. Porque cada vez que te veo. Veo al niño pequeño que venía llorando por las noches a mi habitación. Veo al niño que críe. Al que le enseñe como andar en bicicleta y muchas otras cosas.—Niega y se aclara la garganta.—No te puedo odiar. Por mucho que quiera hacerlo.

—Lo siento tanto... Si te dejo vivir mis hombres se sentirán en libertad de...

—No tienes que explicarme. Lo sé.—Pone una mano en mi hombro y me da una sonrisa comprensiva..—¿Le darías un último abrazo a este viejo?

Akira.

Una hora.

Ha pasado una hora.

No sé nada.

Damon no aparece.

Ya... ¿Estará muerto?

No.

No creo que sé dé por vencido. Él no es débil.

No puede simplemente morir sin luchar.

Es viejo. Tiene años de experiencia sé que algo se la habrá ocurrido.

No puede morir así nada más.

Cuando la puerta se abre. Corro sigilosamente al baño y me encierro.

Sé que es Damon.

Esta es mi última oportunidad de salir de aquí. O morir.

—Akira. Sal de ahí.—Toca la puerta del baño.

—¿Lo hiciste...?—Susurro entre lágrimas—¿Lo mataste?

—Akira...

—¿Lo mataste si o no?—Susurro ahogando el sollozo.

—Sabes que lo tenía que hacer.—Susurra.

—¡No!—Grito.—¡Dime que es mentira!

—¡Sal de ahí!—Golpea la puerta.

Damon.

—Akira sale de ahí por favor.

—¡NO!—grita desconsoladamente.—LINCON...

Su llanto me rompe el corazón.

Si ella solo entendiera...

—Me has quitado todo... Mi libertad. La oportunidad de tener un padre.—Habla entre sollozo.

Quiero entrar ahí y abrazarla.

Quiero estar ahí para ella, pero no me lo permita.

—Te lo dije.—Se aclara la garganta.—Te dije que si lo hacías nunca más me ibas a ver...

—No hagas nada estúpido. ¡Abre la puta puerta!— Golpeo la puerta.

—Déjame ir.

—Nunca. Akira. Jamás te dejaré.—Apoyo mi cabeza en la puerta.—Abre la puerta. Por favor...

—Déjame ir... Déjame ir o te juro que me mato. Damon déjame libre. Te lo ruego. No quiero estar contigo. No te quiero... —Escucho como algo se quiebra.

El espejo...

No.

No.

Maldita sea.

¿Qué ha hecho?

No...

No joder.

Maldita sea ella no.

Es un flashback.

Yuri...

Ella.

Yo la Vi.

No pude hacer nada. Mientras se desangraba en el piso. Y no pude hacer nada...

Nada.

Fue mi culpa.

Yo la mate.

Y le estoy haciendo lo mismo a Akira...

—No, no por favor no lo hagas.—Ruego sin poder detener mis lágrimas.—No lo hagas. Tú no por favor... Tú no me dejes.

—Déjame ir...

—¿Por qué? ¿Por qué no me amas...? ¿Por qué nadie es capaz de hacerlo.?—Susurro.—¿Tan malo soy Akira?—Se me quiebra la voz.

—No sabes amar, Damon. Ese es el problema. Quieres una propiedad a quien manipular a alguien que cumpla tus caprichos sexuales. No a una pareja.—Dice entre lágrimas.— Y m-mataste a Fierro... El hombre que te crío. ¡Lo mataste! Eres un monstruo.

—No es así. Si quiero una pareja. Te quiero a ti. ¿No es suficiente todo lo que te doy?—Susurro.—Y fierro él...

—¿Se lo merecía? ¿Cómo Edgar?—Habla irónicamente.—Estoy cansada de esto Damon. De ti. No tienes lo suficiente para amar a alguien. Ni mucho menos para hacer que te amen... La única persona que lo hizo. La mataste.

Nunca soy suficiente...

La mujer que quiero está a punto de quitarse la vida con tal de no estar conmigo...

¿Tan malo soy?

—Ábreme.

Silencio.

—¡Akira!

No.

—¡AKIRA ABRE LA PUERTA!—grito desesperado.—¡ABRE NO ME HAGAS ESTO!

No.

—¡MIERDA!

Dominame ✓ [Terminada, primer Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora