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Akira.

Mi boca se siente seca. Mi lengua está como un desierto.

El dolor de garganta es insoportable.

Oh joder...

No lo logré.

¿Tendré que seguir soportando vivir?

Lo he intentado muchas veces. Y he fallado en cada una de ellas.

Creí. Realmente creí por un segundo que me tocaría irme.

Todos a mi alrededor se mueren. Y cada vez que lo intento. No funciona...

¿Por qué mierda no me puedo morir de una vez?

Este año me ha tocado estar más herida que feliz.

—Tranquila.—Una voz me habla.

Abro los ojos y veo a Alan.

¿Qué mierda hace aquí?

—Te sacaré de aquí. ¿Me escuchas?—Dice tocando mi mano y la aparto.

Mis manos están completamente con vendas.

—Vete.—Digo tajante.

—Te puedo llevar ahora mismo si quieres. Solo tienes que decírmelo y me encargaré.

¿Qué caso tiene?

Estar con él es como estar con un desconocido. Es tan poco familiar.

—Si me vas a dejar ir luego. Con gusto me voy contigo.—Respondo.—Pero si no lo harás. No pienso cambiar una prisión por otra.

—Tienes a un heredero de la mafia en tu vientre. No puede quedarte sola.—Intenta tocar mi estómago, pero lo aparto.—Será mi nieto. Akira puedo cuidar de él. De ambos.

Mierda.

Si él lo sabe. Es seguro que lo sabe Damon.

Joder.

Lo oculté para nada...

—No será nada tuyo. Porque no eres nada mío.—Respondo secamente.

—Te guste o no soy tu padre.

—Nunca te sentí como tal. ¿Por qué será?—Pregunto con ironía.—ah, es cierto. Nunca te importo estar presente para tus hijos.

—Deberías olvidar el pasado. La cagué. Lo sé, pero tiene una explicación...—Dice lamentándose.

—Nunca olvidaré el pasado. Porque me hizo daño. Y nunca olvido quien me ha hecho daño. Alan. Ten eso en cuenta.—Levanto la mirada y la mantengo con la de él.

—No te recordaba así.—Dice y niega.

—No me recordabas en lo absoluto. Porque nunca te has dignado en conocerme.—Respondo simplemente.

A él se le llenan los ojos de lágrimas.

—¿Te duele?—Pregunto.—¿Duele saber que tu hija no te quiere?—Me río sin humor.— Espero que te duela porque es tu culpa. Es tu culpa que tu hija sea mala contigo. Es tu culpa. Todo es tu culpa.

—Akira...

—¿Sabes? Fue mejor padre un desconocido que mi propia sangre. Fierro. Al que lo conocí hace prácticamente meses se comportó más como padre que el propio idiota que dono esperma.—Susurro.—El muerto hoy debería ser otro. No él.

—Akira.—Se entromete la voz de Damon.

—Joder. Ni un segundo de paz.—Ruedo los ojos.

—Alan. Vete. Ahora.—Él me mira con los ojos rojos. Y luego le hace caso. Cosa que me sorprende. Pero lo ignoro.

Dominame ✓ [Terminada, primer Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora