Superheroicos °Comodín y tú°

🌩️17 Nueva rutina🌩️

Mis días se habían vuelto una rutina después de mi última visitada a aquel hospital, se volvieron una rutina por mi bien, o eso me obligaba yo a pensar.

Mi día se basaba en despertar muy temprano, asearme, arreglarme con ropa cómoda, bajar a tomar un licuado y luego ir al cuarto de entrenamientos y entrenar, entrenar, y más entrenar. Solo tomaba pequeños descansos para tomar agua, o un respiro, o consumir algún alimento, pero de las 24 horas que tenía un día, la mayoría de estas yo me la pasaba entrenando.

Y no eran entrenamientos fáciles, eran entrenamientos muy complicados, en los cuales caía y caía, una tras otra, recibía palizas por los robots de entrenamiento que teníamos.

- ¿Cuándo tomarás un descanso?.- pude escuchar su voz a unos metros mis espaldas.-

- Hasta que pueda...- golpee y esquive rápidamente al robot.- ganar.- un golpe en seco me hizo caer al suelo.

El robot nuevamente me había derrotado, un golpe fuerte y en seco había recibido en mi estómago, había logrado dejarme sin aliento boca abajo en el suelo.

Sus pasos se acercaron a mi de una manera rápida, con cada resonar de sus pisadas contra el suelo podía escucharse su preocupación.

Apoye mis manos en el suelo, ayudándome a poder levantarme con esfuerzo, pero al no tener el suficiente aliento para hacerlo solo me senté en el suelo.

Se puso en cuclillas frente a mi, acunó mi rostro entre sus cálidas manos, examinando cada pequeño moretón de mi rostro y pequeñas cortadas.

Mis ojos se detuvieron en los de él, estaban llenos de preocupación, y estos se movían rápidamente por todo mi rostro.

- Estoy bien.- fue lo único que pude susurrar.

- No es verdad.- sus susurros fueron un poco más elevados que los míos.

Sus ojos al fin se detuvieron en los míos, tomó mi mano derecha con cuidado, y con cuidado me ayudó a levantarme.

Pasó mi brazo por detrás de su cuello, así dándome apoyo para caminar hasta unas estructuras a tomar un descanso.

Me senté y recargue mi cabeza y espalda en la pared de atrás, soltando un gran suspiro de cansancio a su vez.

- Ahora vengo, okey.– dio un rápido apretón a mi mano.

- Mjm.-

Cerré mis ojos tomando un descanso, por fin mis músculos se iban enfriando, el dolor en varias zonas se hacía notable.

Una tela mojada con algo frío tocó mi rostro, haciéndome abrir mis ojos de golpe, soltando un quejido ante el ardor en la zona.

- Lo siento, lo siento.- retiró rápidamente el trapo de mi piel.

- No, está bien, tranquilo.-

Inseguro volvió a acercar el trapo, parecía que envolvía un hielo, pasándolo por mis moretones con delicadeza.

Expectante lo miraba, porque lo hacía con extrema delicadeza, como si fuera de porcelana y con cualquier tacto brusco me fuera a romper.

Sus ojos me veían con calidez, con aquella calidez que siempre me vieron, con aquella sensación que es como él llegar de la primavera derritiendo todo aquel frío invierno.

- Deberías tomar un descanso, mínimo por hoy.- Sus palabras rompieron el silencio del lugar.

Y antes de poder pronunciar cualquier palabra o emitir algún ruido él volvió a hablar.

- Y no acepto un no como respuesta, no es pregunta o propuesta.-

CONTINUARÁ...
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