Superheroicos °Comodín y tú°

🌩️18 solo tu y yo🌩️

- ¿Porqué haces esto?-

- Me calma ver los atardeceres, y desde aquí se ven mejor.-

No le dirigí la mirada, estaba atenta al horizonte mientras abrazaba mis piernas, recordando mi mentón en mis rodillas al tener pegados mis muslos a mi pecho.

- No me refería a estar aquí, bonita.- Puso su chaqueta sobre mis hombros brindándome calor.- Me refiero - Tomó asiento junto a mi.- a que te casi mates entrenando todos los días y todo el día.-

- Debo estar en forma, no tengo la misma condición que cuando me fui.-

Pasó con delicadeza un mechón de mi cabello que caía por el costado de mi rostro a atrás de mi oreja, y con esa misma mano tomó con delicadeza mi mentón, girando mi cara para obligarme a verlo.

- ¿Porqué entrenar con tanta intensidad, bonita?.-

Sus ojos me veían a los míos fijamente, así no podía mentirle, me hacía vulnerable frente a él. Me desarmaba y sentía como me hacía lucir como una niña pequeña indefensa.

- No me mientas, puedes confiar en mi. Déjame entrar otra vez como me dejaste entrar antes.- Su dedo pulgar acarició mi labio inferior con delicadeza.

- No puedo...- salió como un susurro a través de mis labios.-...porque si te dejo entrar...te pueden hacer daño. Te puedo hacer daño.-

Ni yo me había dado cuenta cuando Lemus lágrimas se habían hecho presente en el momento, resbalándose por mis mejillas, marcando un camino de dolor por mi rostro.

- Bonita...- Su rostro demostró dolor.

Me tomó de los costados de mis caderas, y con un movimiento ágil y rápido me sentó en su regazo, poniendo ambas de sus manos en mis mejillas.

Limpió con sus pulgares mis mejillas, tratando de borrar las lágrimas que recorrían mi rostro con dolor.

- Tengo miedo...- Fue lo único que pude soltar.

- ¿Miedo?.-

- Ellos siguen dentro de mi. Si soy débil tienen más posibilidades de poder volver a tener el control, pero si...-

- ¿Pero si te matas entrenando crees que ya no?.-

Solo negué con la cabeza dando a entender que eso no era lo que yo pensaba.

- Podemos ayudarte entre todos, no te alejes, no te pierdas. Estamos todos para ti, estoy yo, para ti.-

- No puedo dejar que se rodeen de un peligro como lo soy yo en estos momentos, ¿qué pasa si un día vuelven y me hacen hacerte daño, o a ellos?- acompañé mis palabras con una negación de cabeza.- No me lo permitiría, Comodín, no puedo ni imaginar como me sentiría si te pasa algo por mi.-

Acuné su rostro entre mis manos, ahora yo limpiaba sus lágrimas que recorrían sus mejillas.

- Por eso hago esto, por eso me preparo. Quiero ser lo suficientemente fuerte para no poder ser dominada. Si para salvarme debo perderme, tenlo por seguro que lo haré, por que sé que cuando me salve tú estarás bien, ahí conmigo.-

- Podemos hacer esto juntos.- colocó una de sus manos sobre la mía.

- Esta no funciona así.- Una pequeña sonrisa se formó en mis labios por ternura.- Ya me asignaron la misión, iré a la isla cuando esté lista y los derrotare. Yo sola. Soy la única que puede detenerlos.-

- Debe haber otro modo.-

- No lo hay.-

Acerqué mi rostro al suyo, y con delicadeza uní nuestros labios en un tierno beso. Poco a poco nos fuimos separando, unimos nuestras frentes aún con los ojos cerrados.

- Te prometo que cuando termine con esto solo seremos tú y yo.- Susurre contra sus labios.

- ¿Solo tú y yo?.-

- Solo tú y yo, cielo.-

Pacté aquella promesa con un corto beso, estaba dicho, y haría todo lo posible por lograr cumplir esa promesa.

CONTINUARÁ...
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