parte 8:El túnel de los miedos

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Amelia: comencé con la operación (escapar del tormento) puesto que en este lugar nada está bien, dije después de que recupere mi diario, el psiquiatra (han) lo tenía escondido en su oficina.

Su oficina era inusual, con mucho desorden y objetos para experimentar con animales. Pensé: "Este viejo está enfermo". ¿Cómo se le ocurre tener un hospital donde las personas solo necesitan un momento a solas para recuperar la noción del tiempo? ¿Será que nunca ha perdido a un ser querido?  luego busque un mapa del hospital,  para ver las salidas y todo los pasios.

-Amelia camina y de pronto se tropieza, era Connor.

"Te estaba buscando, vine por ti, Amelia, amor mío."

Era solo una alucinación de Amelia, el exceso de químicos que le inyectaban la hacían más vulnerable con el paso de los días.

DIARIO

Debo salir de aquí, no aguanto un minuto más. Necesito ver la luz del sol. Mi piel es más blanca que el algodón de azúcar, mis dedos están morados de tantos pinchazos y mis labios están quebrados por la resequedad. Ya ni puedo sentir mis pies. Por favor, quiero salir de este maldito cuarto. Mientras buscaba el mapa del hospital, escuché las voz de un paciente que provenia del cuarto número 13, llamado "Una Sonrisa Amarilla". Pensé que era un nombre extraño para un cuarto que parecía más una prisión.

Quería saber por qué se llamaba así, así que sin pensarlo más, entré en esa habitación. Era muy grande, con dos ventanales y cortinas amarillas. Allí estaba un chico alto, de ojos café, cabello castaño y piel blanca como porcelana. Me miró y me dijo: "¿Qué haces por aquí, hermosa damisela?" Le respondí que me llamó mucho la atención la habitación y pensé en curiosear, pero si mi presencia le molestaba, podía retirarme.

Él me miró y con una sonrisa pícara dijo: "No te preocupes, no suelo recibir visitas. Nadie me visita."hermosa.

el chico mas guapo.

Y me preguntó cuál era mi nombre mientras se acercaba a mí. - dije disculpándome. Mi nombre es Amelia, ¿y el tuyo? - Me llamo Ray.

pero tuve que salir corriendo de esa habitación el doctor loco me buscaba, solo nos miramos fijamente como si ya nos habíamos visto de alguna parte.

sin antes baje por todos los pasillos para encontrar el mapa mi llave a la libertad pero sin antes quería decirle al chico o preguntarle cómo terminó ahí en el túnel más colorido y yo termine en uno donde mis miedos tiene el poder de encerrarme y ser infeliz y el se miraba muy agusto.

Lo que no sabía que él estaba peor que Amelia- él necesitaba a una princesa para que lo salvara de ese túnel que parecía un cuarto feliz pero solo era un fachada negra.

Amelia: En el mapa del hospital estaba muy borroso para entenderlo, pero qué extraño, ¿por qué este hospital tiene una sala de espera (si nunca nos visitan)?

Las áreas de terapia tienen una salida. Escuché una voz fría que provenía del cuarto 13, volteé a ver y era Ray.

Amelia: Respondí con una sonrisa nerviosa. Si lo que quieres es salir sin ser visto por las cámaras, la mejor opción es entrar al área de terapias. Detrás de las cajas de color marrón, hay una puerta que siempre está abierta. Esa te llevará al jardín donde nadie se encuentra y podrás ser libre.

¿Por qué me dices esto? Me resulta extraño que un chico desconocido me dé información tan valiosa. Pero si ya sabes cómo salir de aquí, ¿por qué no te has ido aún?

Ray: Me mira y luego me dice: "Ya lo sabía. Llevo 2 años en este hospital. Aunque salga de aquí, siempre despertaré en esta misma habitación. Es mejor así, ayudar a los que pueden ser libres por toda la eternidad y cambiar sus vidas. Con eso me conformo, ayudar a muchos para que vivan por mí".

"Ven, yo te ayudaré. Conozco este hospital como la palma de mi mano". Me agarró la mano con una suavidad profunda. Corrimos juntos; sus ojos brillaban como estrellas, los destellos más hermosos que iluminan la noche más oscura y silenciosa. En ese momento, mientras corríamos por los pasillos del comedor, me pregunté si era mi príncipe o el prisionero que debía liberar de su castillo.

"Llegamos", dijo Ray con voz suave y dulce.

"¿A dónde?", pregunté.

"A tu libertad, Amelia".

Es lo que querías, ¿verdad? Vete, vete antes de que nos descubran, Amelia. En ese momento, mi corazón no quería dejarlo, pero mi cuerpo me decía: "En este momento somos libres, cumplirás el deseo de tu tía. Vamos, vamos". Pero no pude dejarlo y vivir con ese sentimiento.

La puerta desapareció.

Amelia y Ray

AUTORA: Emma gracias por llegara hasta aquí

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AUTORA: Emma gracias por llegara hasta aquí.

EL DIARIO DE AMELIAWhere stories live. Discover now