EL DIARIO DE AMELIA

parte 11:Una nueva sensación

En otra vida estaría sonriendo con las personas que me amaban, ¿será que pronto los acompañaré?

DIARIO

La sensación que experimento en este mundo es de sufrimiento y deseo de escapar. Cierro los ojos, cuento hasta 3 y desaparezco, transportándome a la Ciudad de Diamantes, donde todos sonríen, juegan y no se preocupan por lo que vendrá. Aunque haya tormentas, siguen bailando con las flores de ese lugar. En un instante, en la Ciudad de Diamantes, veo a lo lejos a Margaret, sentada en una piedra de cristal con un vestido color vino. Grito: "¡Tía, estoy aquí!" Corro hacia ella, pero mientras corro, me alejo y la pierdo de vista. Escucho una voz conocida, me detengo y volteo: es Ray. Me sorprende su presencia, ya que se supone que es solo mi imaginación en esta dimensión. Sin embargo, su figura parece tan real. Ray me dice: "Estamos conectados, podemos ver y sentir lo mismo cuando estamos juntos, queriendo desaparecer. Amelia, eres mi otra mitad, mi pieza faltante para salir de este hospital. No te preocupes, saldremos de aquí y encontraremos a Margaret juntos, ya sea en esta dimensión o en la realidad. La buscaremos, viva o muerta." Grito: "¡Basta! No me recuerdas que ya no está conmigo", mientras lo golpeo.

"Debemos regresar, Amelia, a la realidad. Por favor, levántate. Te protegeré, no tengas miedo", me dice Ray. Observa sus ojos y me parece haberlo visto en mis sueños, vestido como un caballero con armadura plateada.

Amelia tenía 5 años cuando, por primera vez, se transportó a la Ciudad de Diamantes y exploró sus bellos lugares. Todos le gritaban con cánticos y felicidad: "¡Te hemos estado esperando, Amelia chiquita! Margaret nos ha contado mucho sobre ti, linda niña de los camanances y la sonrisa más preciosa." Se acercó y preguntó: "¿Qué es eso allí lejos?" Era un niño vestido de caballero, era Ray. Respondió la flor: "Es el príncipe del palacio de cristal. Llora porque su madre murió y él..."

Desperté. No escuché lo que me dijo la flor, intenté regresar, pero ya no pude. Era como si alguien me hubiera sacado de esa dimensión.

Pregunté a Ray por qué lloraba.

"¿Quieres saber por qué lloraba? Por favor, dime. Vi cómo todo el reino se derrumbaba con mi madre y cómo yo también desaparecía con todos los recuerdos de mi familia. Terminé en el hospital, como un pájaro al que privan de su libertad. Para ya no más volar. Todo fue culpa del doctor loco, él mató a mi madre. Quería el poder de la mentes diamante, un poder muy escaso de conseguir lamentablemente, fui elegido porque poseía este poder, al igual que tú, Amelia. Hubo un destello de poder de diamantes. Por eso odio mi poder, porque los codiciosos lo deseaban y terminaron con mi familia. CUANDO NACIMOS.

Amelia: "Mi familia también murió".

Ray: tus verdaderos están muertos.

Amelia: mi vida se vino abajo cuando escuché esas palabras, mis verdaderos padres no eran con los que vivieron toda la vida, ellos son cómplices de la muerte de tus padres, me dijeron dentro de mí.

LOS PADRES DE AMELIA los verdaderos.

Mamá: Rita y Papá: William.

Los verdaderos padres de Amelia murieron cuando ella tenía 8 meses de vida. Fueron mandados a matar por el doctor loco, el señor Jason, un malvado villano que buscaba el poder de las mentes de diamante. Dejó a Amelia sin sus padres y la entregó a sus aliados para que la criaran hasta que cumpliera la mayoría de edad y pudiera mostrar sus poderes. Mientras tanto, fue cuidada y escondida para que nadie le revelara la verdad sobre su verdadero origen. Desde que nací, fui sellada con mi destino de darle poder al señor Jason, quien mató a mis padres, a quienes nunca conocí. Ahora me quitaron a mi tía MARGARET, quien decidió hacerse pasar por una cuidadora de niños imperativos para estar cerca de Amelia y protegerla, enseñándole cómo escapar de ese lugar. Lamentablemente, fue descubierta por los padres adoptivos de Amelia, quienes la desaparecieron. Amelia fue transferida a otro lugar, pero nos enteramos de que Margaret fue más astuta y dejó pistas en una caja.

En memoria de la personita que se fue al cielo, gracias Margaret por protegerme, criarme como tu hija y enseñarme muchas cosas. Me hubiera gustado que estuvieras a mi lado para verme triunfar. Atentamente, Amelia.

El poder es malo en las manos equivocadas Amelia por eso tu se noble y se esa niña de corazón puro si un día ya no estoy contigo y llego a morir, pórtate bien y cuídate mucho por favor si te sientes sola recuerda que siempre estaré contigo mi niña de los camanances.

Fueron las últimas palabras de Margaret en memoria de los tíos que nos marcaron en nuestra infancia y nos cuidaron como sus hijos. Ahora, en la adolescencia, ya no están con nosotros, pero los recordamos como nuestros padres o hermanos. Gracias por todo. EMMA.

El diamante más bonito es la familia.

Los recuerdos de los padres de Amelia y Ray son diamantes brillando en los cielos más celestes.