Kanna estaba en su oficina, trabajando en un nuevo proyecto, cuando su asistente entró con una revista en la mano.
—Señora —dijo Georgia con un tono cargado de pesar.
—¿Qué ocurre, Georgia? —se preocupó Kanna, de inmediato, al ver el semblante de la mujer.
—Es que… son malas noticias. Muy malas.
Se levantó entonces de su escritorio y caminó hacia su fiel empleada, buscando darle consuelo por lo que sea que le estaba pasando.
—Tranquila, dime de qué trata. Lo resolveremos —la consoló, tocando suavemente su hombro.
Pero no era precisamente Georgia quien necesitaría aquel consuelo. Su asistente, conocedora de la relación entre ella y Muso, temía mostrarle aquel titular que sin duda le rompería el corazón.
—¿Georgia? —presionó Kanna, ante su silencio.
La mujer desenrolló la revista y la dejó a la vista de su jefa, quien se sintió sin aliento al leer el encabezado de la misma.
“Por todo lo alto, Muso Onigumo y Kagura Buendía se casaron este martes”
Abajo del titular se encontraba una foto de la boda, dónde podía verse a la pareja en el altar.
Kanna sintió una opresión en su pecho y su cuerpo comenzó a sudar frío.
«Esto… esto no puede ser verdad», pensó sintiendo el crujido de su corazón, que se iba rompiendo más con cada segundo.
En algún lugar de su mente, había albergado la esperanza de que Muso realmente no se casara, después de todo le había confesado que la amaba y le había prometido que cancelaría ese matrimonio. Sin embargo, la evidencia de que su amor había sido una mentira estaba visible ante sus ojos.
Muso nunca la había amado. De lo contrario, no se hubiera casado con otra.
—¿Señora, se encuentra bien? —preguntó Georgia al detallar la mudez de su jefa.
—Estoy bien. Perfectamente —contestó Kanna, recomponiendo su semblante. No permitiría que una cosa así la derrumbara, no permitiría que nada lo hiciera.
—Yo pensé que esto le afectaría…
—No me afecta. Está en el pasado, Georgia, pero gracias por preocuparte.
—Señora, discúlpeme si he sido imprudente.
—Nada de eso —la tranquilizó—. Hiciste lo que cualquiera en tu condición hubiese hecho. Gracias por informarme.
Kanna pretendía regresar a su trabajo, pero un par de golpes a la puerta se lo impidieron. Inmediatamente, compartió una mirada inquisitiva con su asistente, antes de dar el pase.
A la oficina entró un hombre de traje con una carpeta en la mano.
—Señora Taisho —saludó como si fuesen conocidos de toda la vida.
Kanna arqueó una ceja, sin lograr reconocerlo.
—¿Sí, dígame?
—Oh, discúlpeme que me presente así sin avisar —habló en un tono jocoso—, pero vengo de parte del señor Juromaru Carson.
—¿De parte de Juromaru?—inmediatamente la atravesó un mal presentimiento.
—Sí, soy su abogado. Y vengo a traerle esto—extendió un papel que Kanna dudó en tomar—. Es una citación. Mi cliente ha decidido demandar la custodia de sus hijos.
La noticia cayó como un balde de agua para Kanna, quien de por sí ya se sentía deshecha como para agregar un malestar más.
—Juromaru, no pudo haberse atrevido a esto…
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Corazón sobre ruedas | Sesshrin
FanfictionUn accidente lo dejó en silla de ruedas, haciendo que su vida tomara un giro nada agradable. Sesshomaru Taisho, acostumbrado a ser un hombre libre y capaz de valerse por sí mismo, se verá atado a depender de otros, ocasionando que su corazón congel...