Capítulo 4

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Me desperté y miré el reloj de mesilla. Las dos de la madrugada.


Me dolía la cabeza, tanto que ni me molesté en levantarme de la cama por si colapsaba.


¿A caso era un efecto secundario de la medicación que me dio Matsuda?


Decidí intentar dormir, pero era imposible.


Salí a dar un paseo por el campus, bueno, por la parte que no estaba vallada del campus. Hacía frío y olía a humedad, pero se estaba bien.


Recordé al chico del pelo de algodón de azúcar. Era misterioso, incluso más que Junko Enoshima, más que Matsuda, más que todo lo que me estaba pasando.


Cuando me encontré un poco mejor, volví a mi habitación y me dormí.


La alarma me despertó. Con pereza, salí de la cama y fui a desayunar, con la medicación a mi lado.


Era amarga. Sabía a mierda. Pero era lo que me tocaba.


Después de clases, Junko Enoshima vino a visitarme. Había algo raro en ella.


-Hoy... no vayas donde Matsuda, puesto que yo, la bella Enoshima Junko-chan estaré ahí. Tengo asuntos pendientes, ya sabes.-Dijo y se fue.


No entendía nada, pero tampoco quería meterme en sus asuntos, así que preferí no ir tras ella y preguntar nada.


Por la tarde, el director y algunos profesores me reunieron.


-Hajime, así que quieres un talento.-Comenzó el director.- ¿Has notado algún cambio desde que empezaste a tomar la medicina de Matsuda?


-Así que realmente ellos también quieren darme un talento...-Pensé.


Asentí con la cabeza.


-Ya veo, estupendo.-Una sonrisa asomó por sus labios.- Espero mucho de ti.


-¿Por qué queréis darme un talento? Soy un chico normal, y seguro que hay más como yo que quieren uno...


-Eso es cierto, pero nadie tiene tantas ganas como tú. Dinos Hajime, ¿qué clase de talento quieres tener?-Preguntó uno de los profesores.


"Un talento que gane a la desesperación. Un talento que gane a Junko Enoshima. Un talento que llene de esperanza éste sucio mundo."


¿Qué había sido esa voz? ¿Un talento... que gane a Junko Enoshima...?


Ugh, otra vez el dolor de cabeza.


"Upupupupu"


CÁLLATE.


"UPUPUPUPU"


CÁLLATE.


"UPUPUPUPUPUPUPUPUPUPU"


Esa voz interior era más fuerte que mi voluntad. Cedí ante el dolor de cabeza. Y entonces, me desplomé en el suelo.


-¡HAJIME, AGUANTA!-Esa era la voz del director.


El dolor de cabeza me estaba matando.


-Quiero...tener...un...talento...que...gane...a...Junko...Enoshima...-suspiré.





Acepta el cambio/KomaHinaWhere stories live. Discover now