Capítulo 9

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Las clases de asesinato mutuo para las que tanto había sido entrenado por el resto de Ultimate Despair empezaban hoy.

Me dirigí hacia el gimnasio a la hora que Koizumi me señaló. Ahí estaban el resto de mis "compañeros".

El consejo estudiantil. Eran pocos, pero todos eran increíbles. O eso me habían dicho. A mi me parecían aburridos.

Sonshun Murasame, el presidente del consejo estudiantil, se acercó a mi.
-Hum...¿quién eres? No me suenas.
-...
-Yo soy Soshun Murasame, el súper presidente del consejo estudiantil, es un placer.-Me tendió la mano.

¿Qué clase de talento era ese? ¿Yo también lo tenía?

El resto de "compañeros" se fueron presentando. La verdad era que ninguno de ellos me llamaba la suficiente atención como para matarlo.

Mientras ellos se quejaban de que nadie nos explicaba la situación (a pesar de que yo la conocía a la perfección), miré al techo. Una cámara. Souda y Komaeda estaban observándome. No estaba solo. Les tenía a ellos. Tenía a Komaeda.

Un oso blanco y negro apareció de la nada. Si no recuerdo mal, su nombre era Monokuma. La empresa Towa se lo facilitó a Junko, ya que una niña trabajaba ahí. Bueno, en realidad, quien trabajaba ahí era su padre.

Explicó la situación en la que estábamos; estábamos encerrados y teníamos que matarnos los unos a los otros de cualquier forma posible. Cuando tres personas descubriesen un cadáver, un juicio se llevaría a cabo donde tendríamos que determinar quién era el asesino. Si acertábamos, el asesino moría. Si no acertábamos, moríamos nosotros.

Todos cayeron en la desesperación.
Seguro que a ella le hubiese gustado ver ésto. Lo estaría disfrutando.

Antes de irnos, Monokuma nos dijo que faltaba Santa Shikiba, el cual estaba ausente por motivos desconocidos.

Nos dio una especie de móvil con un plano idéntico el cual había estado observando con Komaeda para saber en qué lugares podíamos comunicarnos.

Exploré el lugar con Soshun Murasame y el resto del consejo estudiantil. Estaban acojonados. Yo finjía que también lo estaba. Souda me explicó cómo finjir.

Antes de la hora de acostarnos, me dirijí a uno de los rincones donde podía comunicarme con Komaeda.

-¿Kamukura-kun?-Soshun Murasame me descubrió.-¿Qué estás haciendo? Es casi la hora de dormir, vamos.-Sonrió.
Menuda sonrisa de estúpido tenía.
-...vale.-Susurré y me dirigí hacia mi habitación, mirándo al micrófono que Komaeda había colocado con antelación para poder comunicarnos.

Cuando sonó el timbre que indicaba que era la hora de dormir, uno de los mil Monokumas que había por todo el viejo edificio de Pico de la Esperanza apareció delante de mi.

-Kamukura-kun.-La voz de Komaeda salió de la "boca" de Monokuma.
-Komaeda.
-¿Estás cansado o quieres hablar un rato? Hay cosas que quiero contarte.
-Todavía es pronto, adelante.-Dije sosteniendo un bostezo.
-Santa Shikiba no ha desaparecido.-Soltó de golpe.

Eso no estaba en nuestros planes.

-Por lo que me ha dicho Tsumiki, Junko le intentó modificar el cerebro y murió en una de las incontables operaciones.
-Oh...-La verdad es que esa noticia me afectó. Era una persona menos a la cual podía asesinar. Que aburrido.
-No sólo eso.-Komaeda continuó.-Junko está desaparecida. Nadie sabe nada de ella. Últimamente pasaba mucho tiempo con Matsuda, y cuando estaba con nosotros, estaba muy callada. Si descubro algo, te lo contaré, Kamukura-kun.

Suspiré.

Un frío de mil demonios se apoderó de mi pecho y me dificultó la respiración.

Monokuma se acercó a mi.-Kamukura-kun... ¿estás bien?
Asentí con la cabeza.

-Desde que estás tan lejos, Komaeda, siento frío en el pecho. No sé qué clase de sentimiento es este, pero me da miedo. Y me da más miedo cuando tengo que escuchar tu voz de una forma en la que no parece tu voz.-Ni yo mismo era consciente de lo que decía.

-Emmm, creo que me voy de aquí, esto es muy raro...-Dijo Souda. Escuché el rechinar de su silla y una puerta cerrarse.
-Bonito gesto de su parte.-Rió Komaeda.
No entendía nada.
-No te preocupes, Kamukura-kun. Cuando salgas de ahí, pasaré tanto tiempo contigo que empezarás a tenerme asco.-Respondió Komaeda a lo que le había dicho.

Esas palabras llenaron mi frío pecho con una abrumadora calidez. Una calidez que no me cansaría ni en mil años.








Respecto a lo que pasa con Junko, os recomiendo leer la novela Danganronpa Zero (Matsuda y Soshun salieron de ahí).
También quiero comentaros que estoy traduciendo la novela de Togami, la cual está saliendo aún en Japón, por si queréis echarle un vistazo.
¡Gracias por seguir leyendo este fanfic!

Acepta el cambio/KomaHinaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang