Capítulo 11

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Los mareos y dolores de cabeza no cesaban. Tsumiki me atendía todas las noches en secreto porque el consejo estudiantil no podía enterarse de que yo era el traidor.

-Aún no has matado a nadie... Tienes que darte prisa antes de que te localice el espía.-Susurró Tsumiki.
-Simplemente... no puedo...
-¿Por qué?-Parecía realmente intrigada.
-Es diferente a los primeros días. No me aburro. Bueno, no me aburro estando con Murasame.
-Tienes que matarlo.-Fijó su mirada en mi.
-No puedo.-Negué.
-¿Y Komaeda?
-¿Qué pasa con él?-Ahora el intrigado era yo.
-¿No quieres estar con él?
-Por supuesto... ¿pero por qué no puedo tener a Murasame de amigo? No ha hecho nada malo.-Komaeda era mi amigo, o bueno, ni siquiera yo sabía qué era Komaeda para mi, pero Soshun Murasame no pasaba ese límite. No estaba en mi cabeza de la misma forma en la que estaba Komaeda.

Tsumiki sacó una jeringuilla con un líquido púrpura de su maletín de primeros auxilios.

-¿Qué es eso?
-Es una medicación que te ayudará a estar mejor, Kamukura. Con esto, volverás a aburrirte de todo. Matarás al consejo estudiantil. Junko-sama será realmente feliz.-El tono de voz de Tsumiki cambió completamente.
-N...¡no quiero eso!-Grité, intentando escaparme de Tsumiki, pero fue en vano.

Me pinchó el líquido, el cual notaba como de mi brazo llegaba a mi cerebro, y me quedé dormido.

La voz de Komaeda me despertó a la mañana siguiente.
-¿Sabes qué, Kamukura-kun? Estás raro.-Su voz estaba seca.
-Estoy aburrido.-Mi voz, en cambio, era monótona.
-Deberías matar a todos ya. ¿No te aburre jugar a los amiguitos? Además, cuanto antes los mates, antes estaremos juntos. ¿No quieres eso, mi querido Kamukura-kun?
Tragué saliva.
-Que me digas eso con el robot de Monokuma en frente me da mucho grima.
Komaeda rió.
-Te quiero, Kamukura-kun.
-Supongo que yo también.-Balbuceé.
-¿Eh?-Parecía sorprendido.
-Bueno, me aburro sin ti.
-Tú te aburres siempre.
-Pero más sin ti.-Miré al Monokuma, a sabiendas de que Souda escuchaba todo.
-Yo... me voy a buscar a Sonia-san.-Souda nos dejó solos. Siempre lo hacía.
-Tienes razón, Komaeda.-Rompí el silencio.-Voy a matarlos. Hoy mismo.

Después de comer, planeé la forma de matar a cada uno. Mutilaciones era lo que me parecía mejor. Aunque a Soshun Murasame lo iba a dejar para el final.

-¿Estás seguro, Kamukura-kun? No es necesario que mates a Murasame si es tu amigo.
-¿Eh? Soshun Murasame no es nada para mi, el único que me hace sentir calor en el pecho eres tú, Nagito.

Quedé con Murasame a la noche en el aula donde había matado al resto.
-Lo sabía desde el principio, Kamukura. Sabía que tú nos habías encerrado aquí.-Dijo Soshun Murasame con lágrimas en los ojos.-No nos conocíamos de nada, no tenía sentido que tú estuvieses con nosotros. Era tan... sospechoso... pero voy a luchar contra ti, ¿y sabes qué? Voy a ganar. Me has traicionado, yo te consideraba mi amigo...
-¡CÁLLATE DE UNA PUTA VEZ!-Grité mientras le tiraba una de las mesas a la cabeza.
Corrí hacia él mientras le golpeaba varias veces con todo lo que tenía a mi alcance, y también con mis puños.
Le agarré del cuello y le solté cuando llegué a un límite donde no sabía si lo había matado o estaba inconsciente, pero creo que ningún ser humano sería capaz de sobrevivir a algo como eso.

Komaeda apareció y me abrazó.
-Todo está bien, te quiero.-Besó mi cabeza.
-Lo siento... no quería...
-Shh...
-Lo siento...

Al salir de ahí, Komaeda me dijo que cuando limpiasen todo, yo podría vivir allí una temporada hasta que localizasen al espía.

-Volveremos a vernos, Kamukura-kun... en otras circunstancias.




--------FIN--------

Acepta el cambio/KomaHinaWhere stories live. Discover now