Palabras, usadas como balas.

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A veces, llegamos a pensar que unos puñetazos suelen doler mas que unas palabras. Pero, no es así en realidad. Las palabras pueden dañarte mas que tener la cara reventada, por alguna que otra persona que te odiaba sin razón alguna, por que tu mismo no hacías nada.

Suele doler mas, las palabras que se dicen desde el corazón cuando te dicen un "no" que tu no querías escuchar, esa respuesta que nos rompió por dentro sin dejar piezas para recrear de nuevo el puzzle de nuestros adentros.

Ni imaginas lo que duele, que la persona que siempre has amado, que cada día y noche, hayas pensado y soñado que algún día pueda ser tu ser amado. Y ese día, te armaste de amor, armas y ganas con las  únicas balas que llevabas encima, que era solo tu palabrería.

Diciendo todo lo que sentías, que cuanto la amabas, todo lo que ella o el significaba para ti. Que podrían venir miles de chicas o chicos hacia a ti, que de la única persona y cosa que se enamoro fue de su sonrisa que se causaba, sin ninguna razón.

Pero para nada le sirvió, tantas armas y tanta munición, lo único que debería de haber cogido y usado tendría que ser una armadura, para prevenir los daños y luego curarlos. Para que no de abrieran las cicatrices y cerrar al corazón, para que no volviera ese maldito cupido cabrón que por culpa de el, me quede sin corazón.

Tanto que dije, tanto que demostré que tras su respuesta de su lado me fui corriendo, me fui llorando. Mal diciendo a todo lo que me rodeaba pero por un momento me miré, y vi que no había nada que solo estaba yo con una pistola cargada y ¡bum! Hay acabó, este maldito cuento de hadas que tanto deseé que acabará.

"Por que a veces, las palabras son las verdaderas balas de un arma cargada y cuando disparan, saben donde encajar el agujero de la bala. Para que nada pase, y todo permanezca. Para que no pasen a su lado mientras se desangraba, y lo único que permanezca sea el y su llanto al que nadie escuchaba, por miedo a que le disparara esa arma silenciada. Cuando el verdadero arma cargada, es nuestra mente, que nos hacemos daño a nosotros mismos por el resto de la maldita gente. Y por ello, decidimos de ponernos una soga atada al cuello y que dejemos de respirar, así sera la única manera que empecemos a vivir felices de verdad. Y sobre todo, para que de una vez termine esta triste soledad."

Liberando mi almaWhere stories live. Discover now