Parte VI: Pirozhki

46 1 1
                                    

Los pesados dedos de Nikolai Plisetsky se movían lentamente, frotando su mentón en un gesto pensativo. Estaba solo en su pequeña casa, sentado en la mecedora sin darse cuenta que su mirada estaba perdida en la ventana. Observaba los copos de nieve caer, pero lejos de pensar en el frío clima, su mente estaba atrapada en una gran duda.

Había recogido esa mañana del aeropuerto a su nieto. Yurakcha no había tenido reparo en abrazarlo y mientras que lo llevaba al estadio lo había escuchado hablar.

Nikolai había criado a Yurakcha desde que había dado sus primeros pasos en el hielo. Lo conocía a la perfección, sabía lo testarudo que podía ser, también, cómo su peculiar carácter le dificultaba la relación con sus pares. Por lo que se vio sorprendido ante el entusiasmo que demostraba el rubio.

No obvio detalle sobre su visita a las aguas termales, ni tampoco dejó de lado su fascinación por la comida japonesa. Pero ante los ojos sabios del anciano, podía notar que había algo más. Porque los ojos cielo brillaban con una esplendida sonrisa contando cosas triviales.

—¿Japón te cambió tanto, mi pequeño Yurakcha?— preguntó al aire.

Una sonrisa se trazó lentamente sus labios, antes de incorporarse con cuidado y negar con su cabeza. Porque si podía hacer algo que detonara el sentimiento de felicidad en Yuri, él estaba dispuesto a consentirlo.

Tomó entre sus manos el viejo teléfono de cable y marcó de memoria un número en especial, esperando hasta que una voz del otro lado le respondió.

—Buenas tardes, Dimitri, soy yo, Nikolai. Quería pedirte un favor...— habló con su voz profunda, pero lleno de tranquilidad. —¿Sabes cocinar comida japonesa? Necesito hacer un pirozhki con katsudon...—

FINAL

Muy corto, lo sé, pero era todo lo que deseaba abarcar en este one shot. Aquí no hay pareja establecida, pero se puede tomar como un YuuYu indirecto o un gran cariño (escondido) de Yurio hacia Yuuri.

Sin más que agregar, espero les haya gustado <3

¡Nos leemos mañana!

Sayounara Bye Bye

Love is loveWhere stories live. Discover now