U N O

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El omega no recuerda la noche en la que ese sillón se había convertido en un lugar importante para él.

Sólo sabe que de un día para otro JeongGuk había dejado de llegar a cenar; al principio el omega se había preocupado hasta el grado de tener un ataque de ansiedad y cuando llegaba el alfa lo llenaba de preguntas hasta el grado de hacerlo enfadar y que ambos comenzaran a pelear.

No es que ahora el omega no se preocupe por la llegada tan tarde de su querido alfa, sólo que ahora entiende un poco mejor que el trabajo de JeongGuk es lo que le hace llegar tan tarde y aunque eso le moleste no puede quejarse, ya que justamente habían ascendido al alfa a capitán de base, y sí, él estaba feliz y orgulloso por su alfa pero también le molestaba ya que ahora no tenía nada de tiempo para estar junto a él.

Cada noche él trataba de esperar despierto a su alfa, quería recibirlo y abrazarlo, demostrarle cuanto lo había extrañado en el día pero lamentablemente su cuerpo le hacía una mala jugada y no podía vencer el sueño que lo atacaba cada noche haciéndole quedarse dormido en el antes mencionado sillón.

Está noche YoonGi quería que fuera diferente quería recibir un gran abrazo de su alfa,lo necesitaba, necesita sentir de nuevo esos fuertes y cariñosos brazos al rededor suyo cuidando de él; pero claro está que su cuerpo no pudo aguantar más de las tres de la madrugada y quedó totalmente dormido olvidándose de todo y entrando a su mundo de sueños.

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En el momento que JeongGuk puso un pie en su casa tenía la vista borrosa y se encontraba algo aturdido, había bebido una exagerada cantidad de alcohol esa noche y su cuerpo estaba resintiendo el efecto de este, era una sorpresa que su equilibrio estuviera intacto; el alfa pudo sentir la luz contra sus ojos molestandole, lo único que pudo hacer contra eso fue gruñir y seguir con su camino. 

Al adentrarse más a su casa pudo apreciar a lo lejos un bulto en un sillón, ciertamente parecía el cuerpo dormido de su pequeño esposo, frunció el ceño y chascó la lengua con molestia, estaba harto de encontrar al omega en ese lugar ¿cuándo dejaría de esperarlo en aquel sillón?

Sin ningún ánimo de acercarse a su esposo pasó de este y subió hasta su habitación para tomar una larga y refrescante ducha, si después le daba la gana subiría a su esposo a la habitación sino él ya estaba lo suficiente cómodo en ese sillón.

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Durante la ducha los pensamientos atacaron la cabeza de JeongGuk todos acerca del omega que se encontraba en el primer piso durmiendo, incluso su lobo le exigía contacto con su omega, pero dejó todo eso de lado y se concentró en el agua cayendo sobre su cuerpo.

Después de tomar una larga y refrescante ducha el alfa pudo sentirse aliviado, se secó el cuerpo y sólo se colocó el pantalón de su pijama, estuvo un momento pensando en que sería mejor evitarse las quejas de su omega ya que seguramente el día de mañana le dolerá algo por haber dormido en aquel sofá toda la noche.

JeongGuk se dirigió hasta donde se encontraba su omega y no pudo evitar el quedarse  viendo por un momento el rostro de YoonGi apreciando la belleza de este.

Era cierto cuando decían que el omega era poseedor de una gran belleza, JeongGuk creía que era más que eso, tal vez hasta perfecto pero era algo que no diría en voz alta.

Se tomó el tiempo de volver a recorrer con sus ojos el rostro de su omega observando los pequeños, rosados y suaves labios que este poseía; esa linda y pequeña nariz de botón que lo hacía ver adorable; sus pestañas, que al estar sus ojitos gatunos cerrados quedaban en primer plano, negras, largas y abundantes. Su rostro era muy dulce como el de un pequeño y tierno niño aún siendo, el omega, el mayor de ambos. 

Lies of an Alpha. [KookGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora