Nuestro Secreto

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La luz violeta se fue haciendo más tenue poco a poco hasta que al final Rin divisó algo. Algo que lo dejó sin palabras. A unos metros de él se encontraba Gabriel, pero no era la misma Gabriel que había conocido 2 semanas antes. Esa Gabriel era distinta. Rin notaba su fuerza, notaba su poder, el cual era poder demoníaco e incluso mayor que el de Rin.

Gabriel estaba dentro de un círculo de llamas violetas, sostenía un arco echo de llamas y el símbolo de su hombro desprendía una brillante luz. Gabriel se sentía fuerte, impotente por poder proteger a sus amigos. Sentía un gran peso sobre sus hombros, si no lograba derrotar a ese demonio con eso, ya no había esperanza.  

Gabriel estaba un tanto asustada, pero se armo de valor y decidió atacar desde la distancia. Se puso en posición de disparo con el arco y disparo una flecha, una vez esta voló unos metros dijo: "Bunsan". Acto seguido esa flecha se dividió en muchas más flechas que impactaron contra el pecho del demonio. Por desgracia esas flechas solo le hicieron unos pequeños agujeros similares a los poros. Viendo que las flechas no harían mucho efecto sobre el demonio, convirtió el arco en una gran guadaña con la hoja echa de llamas.

Rin se preguntaba como podía cortar algo echo de llamas, sin embargo, comprobó que si podía cortar. Cuando Gabriel fue corriendo en plan Naruto hacia el demonio y le hizo un gran corte en una pierna haciendo que calera de rodillas.

Rin entendió que Gabriel quería inhabilitarlo par poder derrotarlo más fácilmente. Se sorprendió de que Gabriel hubiese podido pensar eso tan rápido, ya que a él no se le había ocurrido en todo el tiempo que llevaba peleando. Rin observo como el demonio apretaba sus puños e intentaba golpear a Gabriel, y como ella lo esquivaba con una rapidez sobre humana. Él casi no podía seguirla con la vista.

El demonio intentó aplastar a Gabriel. Ella, en un acto reflejo, salto muy alto por encima de su puño. Alzó la guadaña y... Bueno ya imaginamos lo que le pasó al demonio.

Rin quedo boquiabierto. Esta muy sorprendido de lo increíblemente fuerte que era Gabriel, nunca se lo habría imaginado. Ella era callada, amable y modesta, y desde luego lo había pillado por sorpresa todo eso de lo de el poder demoníaco.
Estaba en shock.

Ella en cambio, esta agotada. La guadaña se deshizo en llamas, llamas que "volaron" hasta su tatuaje del hombro y penetraron en él. En ese instante el tatuaje se tornó a un color morado oscuro.

Gabriel se giro hacia Rin, que sostenía a su hermano inconsciente, y corrió hacia ellos. La chica se arrodilló al lado de Rin y le miró con cara de "¿esta todo bien?", el peliazul asintió.

-Quítate la chaqueta--dijo Gabriel mirando a los ojos del peliazul.

-Quee?! -contestó este con un leve sonrojo

-¿Quieres que te cure las heridas?- dijo Gabriel entre risas al ver la reacción de Rin. Este al verla reír suspiró

-Haberlo dicho antes- dijo el con na sonrisa mientras se quitaba la chaqueta, dejando ver su camiseta de manga corta.

Gabriel examinó sus brazos, bien formados, y su camiseta para ver si tenía algún corte o arañazo. La chica no encontró cortes, sin embargo, si que encontró muchas solladuras y pequeños rasponcitos. La pelirroja posicionó sus manos sobre las heridas de Rin y descargo una extraña, pero efectiva, energía curativa sobre las solladuras del chico haciendo que estas cicatrizaran.

-Garcias! -exclamó Rin con sorpresa- ¿Como has echo eso?

-El poder demoníaco también tiene efectos curativos sobre las heridas si lo usas de forma correcta -Explico Gabriel como una cerebrito, en realidad había estudiado el poder demoníaco- Ya te enseñaré a usarlo

-si, vamos a curar a los demás- dijo el peliazul mirando a su hermano.

Gabriel asintió. Se giro hacia Yukio y puso las manos sobre el torso de este. Entonces hizo lo mismo que con Rin y lo curo. Pero esta vez lo dejó dormido, obviamente para que no descubriese que era medio demonio. Después de eso empezaron a curar a los demás. Entre tanto Rin y Gabriel iban hablando.

-Y¿ Quien es tu padre? -pregunto Rin

-Es Elathan, el rey de las tinieblas- contestó Gabriel sin darle mucha importancia- Como ya sabrás mi padre es uno de los reyes demonio y por lo tanto es hermano de tu padre

-Entonces eso os convertiría en primos ¿no es así? -dijo Rin pensativo.

-Si, así es- coincidió Gabriel

-Perdón por preguntar pero... ¿Como es que eres hija de un demonio y tu padre murió hace un año?- dijo Rin. Gabriel lo miró a los ojos

-Mi padre adoptivo murió hace un año. El era exorcista y me ayudo a controlar mis poderes demoníacos- dijo Gabriel, tuvo que controlar una lagrima- Él me encontró en una caja al lado de los contenedores y decidio acogerme. Se lo debo todo.

-Lo siento no debería haber preguntado eso, lo siento- dijo Rin cabizbajo, se notaba que Rin sabía reaccionar en momentos así por muy inmaduro que fuese

-No pasa nada, solo tenías curiosidad- dijo Gabriel- además somos primos. No podía ocultarte algo así.

Entonces Rin de golpe la abrazo, Gabriel se sobresalto un poco pero luego correspondió el abrazo dejando caer una lagrima, lagrima que contenía muchos sentimientos mezclados. Alegría, tristeza, nostalgia y alivio, todos mezclados en una sola lagrima.

Después de unos instantes se separaron y siguieron con el trabajo. Cuando todos estuvieron curados y dormidos, Rin y Gabriel pidieron a una limpiadora, que estaba limpiando la sala de los profesores, que les diese unos colchones. La señora se los dio gustosa y colocaron a los dormidos en esos colchones.

La Hija De Las Tinieblas (Blue Exorcist)Where stories live. Discover now