BUENAAAAAS AQUÍ༴𝐊͜͡𝐄͜͡𝐍͜͡𝐆͜͡𝐘͜͡┊⋆͙̈ Deseándoles un buen fin de semana.
Bueno, antes de empezar con el prologo quiero dejar unas cosillas claras para que no haya malos entendidos.
⌂ ཹ Esta es una historia paperhat PERO no es como el WhiteHat...
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Al día siguiente, todo estaba mas calmo y nuestro Doctor amargado ya comienza su rutina matutina de trabajo, eran aproximadamente las 4:00 am, así que todo estaba silencioso. En su laboratorio se encontraba él, con un cigarrillo en la mano y una taza de café, mientras reparaba uno de los aparatos que le habían traído. La función de dicho artefacto era rejuvenecer a los villanos hasta cierta edad, darles amnesia y así poder remedirlos sin violencia, ¿como lo sabe? Pues el lo a construido, pero todos los héroes son unos idiotas y no le dan buena utilidad a sus artefactos, por lo que siempre los terminaban dañando o simplemente dejarlos tirados o no los retiraban, ese era el caso de ese nuevo rayo.
-Mi café esta mas amargo que de costumbre, malditos héroes, no le dan una utilidad apropiada a mi maldito trabajo, ni siquiera se porque sigo aquí trabajando.-
Balbuceaba soltando una bocanada de aire y humo por el cigarrillo, se inclinó hacia atrás con la silla pensando en el horrible día que paso anteriormente. Apenas se dio cuenta que ya había perdido tiempo por estar hundido en su mente, se levanto de su silla y bajo a desayunar, no sin antes de salir, haberse puesto la bolsa de papel. Esta vez todos lo esperaban en el comedor, menos white hat, eso era extraño, un poco, tal vez. No estaba preocupado por él, sólo quería saber donde estaba.
-¿Dónde esta White Hat?-
Pregunto a la chica de cabellos azules que servía la comida en la mesa.
-¡Buenos días sluggy!, pues white hat dijo saldría, que tenia cosas pendientes, pero que regresaría en la tarde.
-Hm... ¿Segura que eso fue todo lo que dijo?-
pregunto dudando, a lo que Clemencia respondío con una gentil sonrisa.
. -Sí, eso fue todo lo que dijo, ahora ven a comer.-
-Esta bien... Creo que no tengo hambre.-
-¿seguro, sluggy?-
-Sí, estaré en el laboratorio-
-Esta bien querido, ya sabes que yo estaré aquí con 606, por si necesitas algo-
- Sí, lo se.-
Fue lo único que dijo para salir de la cocina y pasearse por los pasillos en dirección al laboratorio, se sentía más vacío de lo común, era tristeza mezclada con la melancolía, no podía decir que estaba bien, porque no era así. Paso por su habitación y miró su casco de motociclista, rodó los ojos fastidiado por lo que iba a hacer, entro tomando dicho objeto, bolso y chaqueta.
-¡¡¡CLEMENCIA!!! ¡YA REGRESO, VOY A SALIR! -
grito bajando por las escaleras mientras se acomodaba el casco, era hora de despejarse, resolver algunos problemas o dejar todo por la paz.
