𝐖𝐮𝐧𝐝𝐞𝐫𝐥𝐢𝐜𝐡𝐞𝐬 𝐁𝐚𝐛𝐲 ©

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∴❁𝑫𝒆 𝒄𝒖𝒓𝒔𝒐𝒔 𝒑𝒓𝒆𝒏𝒂𝒕𝒂𝒍𝒆𝒔 𝒂 𝒕𝒆𝒎𝒑𝒆𝒓𝒂𝒕𝒖𝒓𝒂 𝒆𝒍𝒆𝒗𝒂𝒅𝒂❁∴

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En su octavo mes de embarazo, el omega se encontraba tan redondo como una pelotita o mucho más. El bebé crecía correctamente y todo era completamente saludable, al menos eso había dicho su médico en la última semana que tuvo su chequeo mensual. Taehyung se sentía increíble, le encantaba pasar horas acariciando su vientre mientras leía o cuando tarareaba dulces melodías, que hacían a su cachorrito removerse. Aunque su espalda doliera la mayor parte del tiempo y sus pequeñas protuberancias hubieran aumentado un poco más su tamaño, no podía estar más satisfecho.

Por ello, hace algunos días había tenido una conversación con Jungkook sobre tener cursos prenatales, se supone que estos se toman entre el séptimo u octavo mes de embarazo, era el momento indicado para hacerlo. El mayor no se opuso a la idea en lo absoluto pero acordaron que sería una vez a la semana, los viernes para ser más específico, ya que el alfa tenía libre ese día y se amoldaría a la perfección a su rutina.

Y para su suerte, el día de hoy era viernes. Taehyung se encontraba ansioso por ir a su curso, colocándose una sudadera gris del azabache junto con unos suaves pantalones de seda, que se amoldaban a la perfección a su pancita. Debía ir  lo más cómodo posible, ahora sólo faltaban sus calcetines y zapatillas, pero así como estaba sería una misión imposible. Lo intentó, luchó contra aquellos calcetines pero no lo logró.

"Jungkookie, ¿Puedes ayudarme con esto? Por favor." Pidió con un puchero en sus labios, mientras extendía sus zapatos hacia el mayor.

Jungkook por su parte soltó un gruñido en afirmación, terminó de colocarse su sudadera y se acercó a su precioso esposo para ayudarlo.

"Sabes que me encanta hacer esto, no tienes que pedirlo, omega." Aclaró el alfa como si estuviera reprendiéndolo, mientras ponía las calcetas blancas en los pies de Taehyung.

"Lo sé, pero no quiero molestarte siempre que no pueda hacer algo." Murmuro el castañito, con sus mejillas abultadas, aunque en sus labios aún se encontraba un puchero involuntario.

El azabache gruñó disgustado, dejó un pequeño beso en el tobillo del omega cuando terminó de colocar sus zapatos. El nunca se cansaría de hacer eso y más por su esposo, no cuando llevaba a su cachorro en vientre, el se encargaría de darle todo.

"Tú puedes pedirme lo que quieras, pétalo." Alego el mayor, ayudando a su pareja a levantarse con sumo cuidado de la cama, sosteniendo su espalda baja y su cadera para impulsarlo.

"Entonces quiero un besito." Pidió suave, abultando sus labios como patito. El alfa soltó un suspiro ahogado y acarició su vientre con delicadeza, sintiéndolo cálido contra su palma. "Ahora." Exigió, levantándose de puntillas, intentando alcanzar.

Jungkook tomó su barbilla con firmeza y unió sus labios en una danza suave y profunda, dando algunos mordiscos traviesos. Sintió a Taehyung suspirar y soltar un gimoteó gustoso, antes de alejarse. Hoy, sería un buen día.