No apto para estrellas

8. Vesper

«Did you hear my covert narcissism I disguise as altruism»

Antihero - Taylor Swift

RON.

Ese maldito monstruo.

Miro al techo en silencio, el cabello de ella me hace cosquillas, me niego a moverme. Pese a que lo mejor sea no entremeterme sería inhumano no conmoverse al verla cristalizarse en la esquina de un cuarto, es notorio, se hace pequeña, dudo que sea un hombre lo que provoque tal rotura.

Le vuelvo a escribir a Tom, tiene el en línea desactivado y el visto también, debe estar riéndose de nosotros. Estoy seguro que esto ha sido su plan, está loco.

—¿Tienes insomnio? —balbucea Amanda en sueños.

—Parecido.

Envío un último mensaje de "Más te vale tener una explicación para esto" antes de dar vuelta y cerrar los ojos. Serán cinco minutos.

Spoiler, no fueron cinco minutos.

Desde que nos hemos conocido no tenemos muchas noches de descanso, me quedé dormido en algún punto de la madrugada, al despertar ni Amanda ni Tom estaban alrededor. Tengo una cobija encima, la alarma del teléfono no para de sonar desde las seis. Son casi las ocho, para esa hora debería estar con el resto del elenco.

No tengo ganas de socializar.

Arrastro mis pies por el departamento, han dejado un plato con galletitas y café de desayuno, hay una nota en este "Gracias por cuidar a Daiquiri, ¿Qué haría sin amigos como tú? Espero hayas pasado una noche divertida.

Con cariño, un inocente nada sospechoso Tom"

Lo voy a asesinar.

—Imbécil —digo al agarrar la taza, bebo un largo sorbo—. Sabe terrible.

Que el edificio esté cerca ha sido una jugada magnifica por parte de Brandy, como toda su carrera desde que empezó en Hollywood. Desde que era un niño mi madre me enseñó qué hay personas que lo tienen más difícil para cumplir sus sueños, ya sea por su tono de piel, su género, sus posibilidades económicas o cualquier otra limitación, pese a que la discriminación haya bajado década tras década su éxito se explica de una sola forma: Es tan bueno que no lo pudieron negar.

Hay un proceso de años de estudio reflejado en sus planos, en como representa a los actores con la cámara, las secuencias que escoge. Sus películas de guerra, terror y drama histórico ganaron premios hasta hartar a los festivales de cine, ha pasado un par de años en una sola saga de fantasía que ha traído respeto a ese género de vuelta. Que de pronto tome un romance juvenil como lo es Astrológico Deseo es una decisión impropia suya.

Y mía igual. Cuanto menos, va a dar de qué hablar.

—Buenos días —saluda Ginebra al verme, controla su reloj—. Con treinta segundos de antelación, qué orgullo ser tu representante. —suelta camuflando su ironía.

—Quise faltar, siendo sincero —suspiro—. Tengo sueño.

—Se nota, tienes los ojos rojos —comienza a caminar hacia una de las salas, la sigo en silencio—. Si no te conociera diría que andas en malos pasos.

—Eso según la perspectiva —acomodo mi corbata—. ¿Has visto a Tom?

—Hoy no estará por aquí hasta la reunión de la tarde.

—Necesito hablar con él porque... —en medio de nuestro recorrido, veo a Amanda entrar a uno de los camerinos—. ¿Te molesta si te abandono un segundo?