"Quizás debería aceptar que ya fue, que no fuimos, no somos y no vamos a ser " -Leah Amara Stilinski
Leah Amara Stilinski, una joven de 15 años, quién estuvo enamorada del joven McCall desde muy pequeña, pero a pesar de todo estuvo para el en sus m...
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Papá había estado raro durante estos días, y Stiles tenía razón, ya no usaba su sortija de boda.
Lo entendía o al menos lo intentaba.
El todavía era joven y era viudo, era obvio que intentaría salir con otras mujeres en algún momento y al parecer ese momento había llegado.
No era algo que me encantará, pues no podía imaginar a papá con otra mujer que no fuera nuestra madre, pero el lo necesitaba y después de todo no me resultaba tan mala idea de que el logrará conocer a una persona que lo amara y que el amara..
Estábamos Scott, Stiles y yo en la estación, pues papá saldria a una cita, no sabíamos con quién, pero los tres lo ayudabamos a verse bien.
Papá tenía un espejo frente a el mientras movía desenfrenadamente su cabello tratando de acomodarlo.
—Debi cortarme el cabello — se quejo el Stilinski.
—Alguien de tu edad debería conformarse con tener cabello — dijo mi hermano mientras le quitaba el espejo.
—Yo creo que te ves muy bien papá — le dije tratando de animarlo.
—Leah tiene razón señor Stilinski, usted se ve muy bien — hablo Scott apoyándome.
—Gracias hijos que siempre quise tener — dijo mi padre y ambos reímos.
Stiles lo miro indignado, mientras Scott y yo sonreiamos triunfantes, entonces mi padre comenzó a tratar de quitarse la cobarta.
—¿Qué estoy haciendo? — se cuestionó el mismo — esto es una mala idea.
—¿Qué? — fui rápidamente hacia el y ayude con su corbata.
—Papá es una cita, el pueblo de Beacon Hills estará bien mientras no estás — le dijo Stiles.
—Mientras sales con una mujer — dije yo y me senté en su silla.
—o hombre — me señalo Stiles y asentí.
—Es una mujer chicos — aseguro papá. — una mujer muy hermosa.
Me acomode en el asiento pensando en quien sería la cita de papá y para no quedarme con la duda decidí preguntar.
—¿Y quién sera la afortunada? — cuestione a nuestro padre.
—No les incumbe — nos señalo el Stilinski mayor. — a ninguno de los tres.
Entre todos los castaños nos miramos, pues no era la única que tenía duda, pero decidimos dejar esa plática para después.
Me levanté de mi asiento y camine hacia papá, quería darle un poco más de cofianza, acomode su saco y por segunda vez su corbata para que estuviera perfecta, entonces un grito me hizo sobresaltarme.
—¡Stilisnki! — se escuchó gritar — ¡Stilisnki!.
Papá camino hacia la puerta con nosotros tres detrás de el, al salir estaba un joven arrestado quien forcejeaba con Parrish y otra oficial, parecía querer arrancarle la cabeza a papá.
