"Quizás debería aceptar que ya fue, que no fuimos, no somos y no vamos a ser " -Leah Amara Stilinski
Leah Amara Stilinski, una joven de 15 años, quién estuvo enamorada del joven McCall desde muy pequeña, pero a pesar de todo estuvo para el en sus m...
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Mis ojos se abrieron dejando ver la oscuridad frente a mi, había árboles altos y los pájaros se escuchaban de fondo, mire a mi alrededor para encontrarme con un gran bosque.
¿Se supone que aquí es donde los ginetes dejan a la gente?
Comencé a caminar mientras limpiaba mi ropa, pues me había llenado de hojas, termine en un lugar parecido, lo conocía, era la cancha de lacrosse, algo habia salido mal, pues se supone que debi haber desaparecido, pero no fue así.
Frente a mi estaban dos chicos jugando lacrosse, al ver quienes eran corrí hacia ellos, pues creí que al estar en el pueblo ellos me reconocerían.
Corrí todo lo que pude y cuando estos finalmente me vieron correr sentí que se pusieron alerta.
Llegue a ellos con una sonrisa de oreja a oreja, pues creí que todo había pasado, pero no era así.
—Scott, Liam — les hable al llegar a su lado — esta todo mal, todo...
—¿Quién eres? — pregunto el castaño.
No me recordaban, no todavía.
—Soy yo Leah — dije aver si así recordaba.
—¿Leah qué? — pregunto el McCall.
—Leah Hale — complete.
—¿Leah Hale? ¿Eres familiar de Derek?— pregunto confundido — lo siento, no te conozco y no recuerdo que el te mencionara.
—Soy prima de Derek, el no lo menciono porque no sabía que había sobrevivido al incendio — le mentí al McCall tratando de controlarme para que no se diera cuenta — Me mando a ayudar por si algo malo sucedia.
—¿Segura que no nos conocemos? — pregunto el beta, pero negué —Siento que te conozco de algún lado, tus ojos me recuerdan a alguien.
—No, al menos que yo lo recuerde — mentí de nuevo.
El chico se quedó en silencio durante unos segundos, y miró hacia la escuela, tanto el McCall como yo lo miramos pues no sabíamos que pasaba.
—¿Ocurre algo? — pregunto Scott.
—Es Mason — dijo el chico.
Este corrió y nosotros fuimos detrás de el, entramos a la preparatoria y antes de que pudieramos seguir corriendo, estos aparecieron frente a nosotros con cosas en las manos, nos querían atacar y apestaban a miedo, al vernos se detuvieron.
—Estuvieron aquí, los ginetes fantasma —Hablo Mason asustado.
—¿Aquí? ¿Ahora?— pregunto el McCall.
—Crei que se habían ido con la tormenta — dijo el beta.
—Supongo que no, porque dos de ellos estaban ahí mismo — hablo Mason mientras apuntaba los lugares.
