24: Soñando despierto.

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4 de agosto

Estaba en la orilla de una montaña, todo era muy raro a mi alrededor, había demasiada niebla y un ave no dejaba de emitir un sonido raro, no sonaba como un ave normal. Me fui acercando un poco más a la orilla, hasta que algo me empujo y caí cuesta abajo.

En ese instante me desperté, estaba tirado en el suelo, la alarma no dejaba de sonar y Karly se estaba riendo.

—Dios, eres más difícil de despertar que nada— Dijo caminando hasta el escritorio donde estaba su maleta casi Lista— Son las cinco, debemos estar en el aeropuerto a las siete.

— Pero el vuelo sale a las ocho— Me quejé sentándome en el suelo.

— Pero debemos estar ahí con tiempo— Me dijo— Ándale, ve a lavarte la cara.

Me deje caer en el suelo de nuevo estirándome, casi me quedaba dormido cuando ella habló otra vez.

— Harry, déjate de cosas y levántate si no quieres perder el vuelo— Dijo.

— Por mi mejor, me quedo aquí para siempre— Respondí levantándome—Buenos días—Ella sonrió y me regresó el saludo.

Me iba a acercar a ella para darle un pequeño beso pero ella se apartó.

— Lávate los dientes primero— Me dijo riendo.

— Agh— Respondí caminando sin ganas hasta el baño.

Me duché rápidamente y me lavé los dientes. Justo cundo había terminado de peinarme, Karly tocó a la puerta del baño.

— Emm, Harry ¿ya casi sales? debo de... entrar.

Abrí la puerta del baño y tomé mi ropa sucia. Su rostro desprendía preocupación.

— ¿Pasa algo?

— Eh, espera— Dijo entrando al baño.

Cinco minutos más tarde escuché cómo me llamaba. Me acerqué a la puerta y desde afuera le hablé.

— ¿Qué pasa, cariño? — Pregunté.

—¿Podrías ir a...? no, podrías hablarle a Gemma?

Fruncí el rostro.

— Claro, pero ¿por qué? ¿está todo bien?

— Sí, todo bien.

Fui por Gemma mientras yo me quedé unos momentos con Liam charlando. Vi a Gemma entrar a la habitación de ella de nuevo y después salir con algo en la mano. Curioso, dejé de ponerle atención a Liam y seguí a Gemma.

— Aquí tienes— Escuché cómo Gemma le decía a Karly desde afuera del baño y reía—Yo siempre cargo de estas por si acaso.

¿De qué?

— Muchas gracias Gem, me has salvado— Le respondió Karly desde el interior— Me daba pena decirle a Harry...

¿Pena de qué?

— Bueno, los esperamos haya abajo, si necesitas otra en el avión, me dices—Le dijo mi hermana y salió de la habitación viéndome con sus cejas elevadas.

Karly salió unos segundos después del baño y terminó de hacer su maleta.

— ¿Qué te daba pena? — Pregunté curioso.

— Oh nada— Sonrió apenada— Cosas de chicas...

Oh...

***

La maleta de Karly era del doble de tamaño que la mía, así que yo llevé la suya y ella la mía. Estuvimos una hora en el aeropuerto de Sydney mientras comíamos algo, no iríamos en un avión privado, ya que solo viajaríamos en este hasta Canberra, así que deberíamos afrontar la horrible comida del avión, por eso decidimos comer algo antes de abordar. Y después ahí en Canberra, tomaríamos ahora sí un avión privado.

***

En el vuelo a Canberra no dormí. Pero cuando tomamos el avión privado, quedé más inmóvil que nada. El viaje en total duró doce horas, en donde seis estuve dormido, cinco comiendo y una jugando.

***

Eran las doce de la tarde del cuatro de agosto en Illinois. Era como haber viajado tiempo atrás. En Australia ya sería cinco de agosto.

No tenía nada de sueño, así que después de saludar a mis papás y de contarles un poco del viaje, fui a la cocina a ayudar a preparar la comida de esa tarde.

Vi como uno de los trabajadores tomaba una gallina viva y la ponía contra un mesón, luego levantó su cuchillo enorme y giré mi rostro. No quería ver a una gallina siendo degollada.

Mientras yo partía las verduras, vi cómo Karly entraba a la cocina con una caja de pan y se acercaba a una señora que estaba al lado de mí para dársela. Traía una faja de las que usan los trabajadores para no lastimarse, dicha faja le acentuaba sus curvas y levantaba sus pechos. Sonreí mordiendo mi labio.

Escuché cómo ella carraspeo y elevé mi vista a sus ojos.

— Parece que al estar aquí en la granja, tu buen comportamiento se va— Dijo sacando el pan de la caja, la señora había ido por un cuchillo para partirlo.

— No puedo evitar que te quede muy bien... ¿quién te obliga a usar esa faja? dile que le agradezco— Reí y ella imitó mi acto.

— Sin dudas, esta granja tiene algo que te afecta— Sonrió y me miró de soslayo de pies a cabeza— A ti te queda bien todo eso, a esa camisa de cuadros deberías abrocharle tres botones más...

— No, te gusta así—Respondí—¿O me equivoco?

Ella acudió su cabeza negando. Luego suspiró cuando terminó de sacar el pan.

— Tengo trabajo que hacer afuera, cuando termines aquí ve con Liam para que te diga qué hacer ahora— Dijo— Recuerdas las reglas de la granja ¿verdad?

— Cómo no recordarlas— Dije.

— ¿Cuáles son?

— Eh, no entrar al río porque está lleno de sanguijuelas— Dije.

— ¿Qué más? — Sonrió.

— Sí lo recuerdo...— Dije tratando de donar convincente.

— También le pides a Liam que te repase las reglas— Rio y asentí.

Se dio la vuelta para salir de la cocina y la tomé de la mano haciendo un puchero.

— ¿No te despides?

Ella rodó los ojos y me dio un pequeño beso en los labios, luego sonrió.

—Ahora estamos trabajando Harry, no podemos ir dando este tipo de muestras por todos lados— Soltó una risita— A parte te sigo viendo cada hora.

— Bien— Sonreí— Te veo en una hora para que me des otro beso...

Ella rodó sus ojos por segunda vez y salió de la cocina riendo. Suspiré mientras partía las verduras e imaginaba qué era lo que ella iba a hacer con esa faja puesta. Salí de mis pensamientos cuando sentí cómo corté mi dedo con el cuchillo.

Jamás partan verdura si están soñando despiertos.

***

Nota: 

En multimedia pueden ver por fin, quién interpreta a Karly :) Se llama Anoinette Kalaj.







Angelic Organics (h.s.)Where stories live. Discover now