Capitulo 5

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La rubia sonreía maliciosa, había visto todo desde su posición junto a su "amiga" Sabrina, y no había tardado en entrar y tomar la carta para leerla, por cada palabra que leía su sonrisa se desvanecía cada vez mas y mas, era una confesión, eso no le agradaba en absoluto, Tomo la carta y la guardo en su bolsillo, ya tenia la venganza perfecta por haberse metido con SU Adrien.

Por otro lado, un rubio hablaba animado con su mejor amigo, compartiendo su felicidad porque su trabajo fue seleccionado y aveces escuchando las quejas de su moreno amigo por, a diferencia de el, no haber sido escogido. 

Pero ha pesar de todo, ambos reían sin parar, la campana sonó poniéndole fin a su diversión y comienzo a su tiempo de estudio, los amigos caminaron hasta el aula donde, sorprendente mente ya se encontraba Chloe. Cuando vio entrar al rubio una sonrisa se formo en su rostro, camino hasta el y abrazo su brazo casi colgándose de el. 

-Adrien, amor, mas tarde hay que ir a comer un helado- dijo con una voz chillona y odiosa en todo sentido, una peli-negra miraba la escena con odio, mas hacia la rubia que hacia su amor platónico. 

-Lo siento, Chloe, no puedo, tengo clase de esgrima- respondió el rubio safandose del agarre de la chica. 

-Bien, como quieras- dijo dirigiéndose a su sitio callada, lo que era bastante extraño ya que cuando Adrien le decía que no a ella, la rubia se ponía a replicar, pero esa vez no, algo se traía entre manos. 

De pronto, cuando no faltaba ya nadie en la clase, se levanto de improviso y grito:

-Escuchen todos, hay algo que quisiera compartir,y es de nuestra querida amiga, Marinette- la peli-negra quedo sorprendida ante esas palabras y ligeramente confundida, la rubia saco de su bolsillo trasero el sobre donde se encontraba la carta y esto hizo que ella se alarmara. 

-Chloe, por favor, no lo hagas- rogó la peli-negra a la mirada atónita de todos los presentes en especial de su amiga Alya, quien la miraba estupefacta. 

-No, Esta vez te toca ser humillada a ti- dijo señalándola y prosiguiendo -Querido Adrien, nunca tuve el valor para decírtelo a la cara, por eso, te lo escribo, me gustas, desde el primer momento en el que te conocí, me cautivo tu sonrisa, tu mirada, tu pelo y tus ojos...- Marinette no pudo continuar escuchando y salio del aula llorando con su bolso en mano siendo seguida por su amiga Alya quien, antes de salir, le echo una mirada de odio a la rubia. 

Esta sonrió rompiendo la carta en millones de pedacitos y devolviéndose a su asiento al ver entrar a la maestra quien miraba desconcertada hacia la puerta.

-¿Alguien sabe que le sucedió a Marinette?- pegunto, todos miraron a la rubia pero esta negó rotundamente fingiendo no saber nada de lo ocurrido. 

Por otro lado el rubio todavía no había terminado de procesar la información, ¿Le gustaba a Marinette? ¿A su compañera de clase? ¿A su compañera de grupo? ¿A su amiga? 

La mayoría de gente no parecía sorprendida ante lo leído por Chloe, mas bien, defendían a Marinette con la mirada, ya que si le dijeran algo a ella, probablemente, lo acusaría con su padre y haría algo al respecto, algo , solo beneficioso para ella. 

El rubio volteo y logro ver como la chica le lanzaba un beso de manera coqueta , lo cual, funciono de manera inversa a la que ella debería haber pensado funcionaria. 

De algún modo se sentía mal por Marinette, toda esa humillación aumentando el echo de que a el ella no le interesaban podría llegar a ser doloroso, pero en algún momento debía decírselo, suspiro, no sabia cuando lo haría, pero de algo estaba seguro, no la vería en esa hora que les quedaba. 

Mientras tanto, en el baño de mujeres, una chica peli-negra lloraba desconsolada frotándose los ojos repetidas veces, se encontraba sentada en una esquina del mismo con la cabeza gacha y tristeza que se reflejaba en sus ojos hinchados. 

Una morena entro de improviso estando a punto de gritar el nombre de su amiga pero logro verla en esa esquina, le partía el corazón verla así, era su amiga, y no le gustaba que sufriera. 

Se sentó a su lado frotando su cabellera tratando de animarla, sin previo aviso, la chica se echo en sus brazos a llorar mas fuerte de lo que lo había estado asiendo.

-Tranquila, desahógate- dijo la morena sobando la espalda de la peli-negra quien no paraba de llorar. 

-A...alya, n...no quiero e...entrar- dijo la chica a duras penas por el hipo que le provocaba su llanto. 

-No te preocupes, le pedí permiso al director para que te vallas alegando que tenias problemas familiares, así que si te pregunta mañana, ya sabes que responder- respondió su amiga con un tono de diversión en su voz lo que pareció levantarle el animo ligeramente. 

-Gracias... A...alya- dijo la chica tomando su bolso y levantándose -¿Se ve tan mal?- pregunto señalando su rostro rojo, su amiga negó con la cabeza diciéndole que valla a casa a descansar y eso hizo la peli-negra. 

Mientras tanto, la morena regreso al aula con una sonrisa excusando a su amiga con la misma mentira que le había dado al director, al escuchar esa excusa la mayoría miro a Alya con el seño fruncido peo prefirieron no preguntar con la maestra presente. 

Esa hora fue la mas extraña y silenciosa jamas vista,la mayoría de gente les mandaba papelitos a Alya preguntando por Marinette pero ella no se molestaba en responder, todos sabían la verdadera razón y no pensaba degradar a su amiga de esa forma tan cruel. 

En otro lugar, la peli-negra no podía evitar llorar , se sentía humillada, estaba boca abajo sollozando mientras su Kwami trataba de animarla, aunque no importaba cuantas palabras de aliento le diera, ella no pretendía moverse de la cama hasta el día de mañana. 

-Vamos Marinette, no dejes que Chloe se salga con la suya, ella lo que quería es verte sufrir y si le das lo que quiere estarías perdiendo la batalla sin siquiera haber peleado- dijo la criatura, algo que le hizo dudar por un segundo si estaba haciendo lo correcto. Su cabeza estaba echa un lió, todas sus emociones se habían roto en mil pedazos dejando solo una en pie: tristeza. 

Acabo por levantarse casi por obligación, tal vez Tikki tenia razón, tenia que salir a divertirse para despejar su mente y no dejar ganar a esa rubia que se empeñaba por hacerle la vida imposible 

Nota de la autora:

Dos capítulos en una noche... estoy que echo fuego... pues... me sentí en la obligación de escribir este ya que cuando escribí el anterior ya tenia en mente que iba a ocurrir aquí, y pues, la inspiración llego sola mientras jugaba Osu! (muy buen juego, por cierto) y pos, acá lo tienen 





Que decida el Corazón (LadyNoir/Adrianette)Where stories live. Discover now