Capitulo 9

8.3K 619 218
                                    

La luna observaba como una pareja juntaba sus labios mientras sus ojos brillaban, probablemente por un sentimiento que los albergaba, la felicidad, aquel sentimiento que en ese momento se mantenía en su ser y que parecía no querer irse. 

La azabache se mantuvo rígida, probablemente porque se encontraba confundida, extrañada y hasta mareada,pero entre todas esas emociones que viajan en su pecho con rapidez se encontraban dos bastante particulares: la alegría y esperanza. 

Alegría, por estar asiendo algo que había deseado hace años, algo que esperaba sucediese en algún momento sin definir cuando, ni donde, y esperanza, por el simple echo de saber que el que se atrevió a dar el primer paso fue el... y no ella. 

Por unos segundos se mantuvo así, meditando lo que sucedía, pero, después, se dejo llevar por aquel beso que tanto había esperado, sus labios se movían al compás de aquel rubio que ocupaba la mayor parte de sus pensamientos.

Por su parte, el rubio no sabia lo que acababa de hacer, pero el echo de que la azabache correspondiera su beso lo dejo mas tranquilo, se sentía confundido pero en ese momento solo se podía concentrar en probar esos cálidos labios rosas que, a pesar de no haberse dado cuenta antes, había deseado hace mucho.

Y entonces, fue el momento en que se dio cuenta, siempre había estado enamorado de Marinette, pero no lo quiso aceptar, todavía, no tenia claro el porque, pero en ese momento ya nada le importaba, solo eran el y aquella azabache, se habían encerrado en su propia burbuja, y ninguno quería salir de allí. 

Lamentablemente, tuvieron que separarse por falta de aire y al hacerlo pudieron contemplar el rostro sonrojado de su par. 

La peli-negra, al ver al rubio a los ojos, entro en pánico y sin decir palabra alguna, abrió la puerta de cristal y entro dejando a su "compañero" fuera de si.

Subio las escaleras ignorando las voces de sus padres quienes le daban la bienvenida, se echo boca abajo sobre su cama con su rostro enrojecido, todavía estaba confundida, se mantuvo en esa posición ignorando los llamados de su kwami quien le pedía preocupada que la mirara. 

En ese momento solo cabia algo en su cabeza, y era un nombre en especifico.. Adrien. 

Mientras, en la puerta de la panadería, el rubio se recostaba sin borrar su expresión de sorpresa, tocando sus labios con la llena de su dedo, en ese momento se encontraba pensativo sin moverse de su lugar, ignoro el sonido de su teléfono celular que retumbaba en su bolsillo y camino en dirección hacia su mansión. 

Por cada paso que daba se volvía a tocar los labios que hace unos segundos se encontraban siendo atrapados por otros rosas, se sentía culpable, por haber besado a su compañera sin su permiso, y feliz, porque de algún modo era algo que deseaba hace mucho. 

Entro a la casa que se encontraba en un profundo silencio, se encerró en su habitacion meditando lo que había sucedido hace minutos atrás. 

-Besaste a la chica ¿Y que?- escucho una voz que manipulaba un tono despreocupado y tranquilo, algo que en ese momento no podía entender. 

-Bese a Marinette...- dijo en un susurro tocando sus labios, la pequeña criatura negra bufo molesto y se dejo caer sobre el escritorio mostrando su cansancio.

-Si,si, una verdadera tragedia... ¿Puedes traerme queso de una vez?- pregunto molesto, el rubio lo miro amenazante por unos segundos para después refunfuñar y cumplir la petición echa por la criatura. 

Por su parte, la azabache no se había movido de su posición provocando que al poco tiempo se quedara dormida. 

Al día siguiente, ambos se evitaban todo lo que podían y esto había sido notado por sus mejores amigos quienes no se habían atrevido a preguntar el porque de su actitud, Nathaniel , por su parte, se encontraba bastante feliz por el simple echo de haber recibido un beso en su mejilla por parte de su amada, aunque el ni siquiera sospechaba lo que ocurría delante de sus narices. 

La quinta clase del día había comenzado y la azabache solo podía pensar en ese beso, se encontraba confundida y extrañada... 

-Marinette, presta atencion- reprocho la profesora gritando a lo que la azabache  asintió con la cabeza provocando una pequeña carcajada de parte del resto de la clase. 

El rubio volteo a ver a la peli-negra quien se sonrojo ligeramente y se escondió detrás de sus libros, el dio un suspiro y volvió a su posición original, todavía no entendía como no habían tenido la oportunidad de hablar de lo ocurrido, posiblemente sea por el echo de que la antes ya mencionada lo estuvo evitando por todo el dia...

La morena se percato de este echo y no dudo en tratar de acercarla a el rubio pero esta siempre se negaba con una excusa que ya se volvía repetitiva: "Debo ir al baño"

Esas cuatro palabras la habían salvado por años de tener que acercarse a su amado y hacer el ridículo pero la morena estaba preparada para evadir cualquier excusa que se le hubiera ocurrido, tomo su teléfono y comenzó a teclear palabras al azar para hacer pensar a su amiga que estaba enfocada en otra cosa cuando lo único que pasaba por su mente era juntar a aquella pareja. 

La campana sonó y con ella la hora del almuerzo se hizo presente, ambas amigas se levantaron y salieron del salón siendo seguidas de manera discreta por un rubio y su mejor amigo. 

-Dime porque las estamos siguiendo y te prometo que te dejare en paz- dijo el morena caminando con cautela detrás de las ya mencionadas, amigas, el rubio lo callo con su dedo y se escondió detrás de una pared para evitar que lo vieran, por su parte, el moreno no  había entendido la indirecta y fue descubierto en un abrir y cerrar de ojos. 

-Hola Nino- dijeron las chicas acercándose a su amigo quien parecía bastante nervioso, el rubio noto el espacio que separaba a las chicas de la pared en donde estaba escondido y rápidamente trato de hacerle un aviso al moreno algo que no funciono. 

-Hola chicas- saludo sin importancia, el rubio solo se tensaba al escuchar los pasos cada vez mas cercanos que pronto revelarían su escondite -Oye Alya, oí que te gustaba Ladybug no es así?- pregunto el moreno tratando de ganar tiempo, la chica se paro en seco y acomodo sus gafas sin responder, algo que la azabache tuvo que hacer por ella. 

-Ella esta obsesionada, ¿Haz oído sobre su blog? es increíble- exagero con una sonrisa la chica mirando a su amiga quien tenia cierto rubor en sus mejillas. 

-Si, escuche sobre el, suena estupendo- respondió el moreno inquieto por su amigo, quien le pedía con la mirada alguna distracción para que pudiera escapar -¿Y sabes que? te venia a preguntar algo muy importante- se movió de improviso y paso su mano por el cuello dela chica mirando a la nada asiendo que esta lo hiciera también. 

Mientras ellos hablaban su amiga no pudo evitar mirar atrás, sentía que había alguien hay pero al comprobar que solo eran delirios suyos, dio media vuelta y sonrió abiertamente para nadie en especial. 

El rubio se escabullo en uno de los pasillos de la escuela y miro atrás esperando encontrarse a Alya y Nino pero en su lugar encontró a una azabache sonriendo de una manera brillante y única que iluminaba el pasillo por completo, una sensación extraña se apodero de su pecho.

¿Que le estaba sucediendo?


Que decida el Corazón (LadyNoir/Adrianette)Where stories live. Discover now