Un, no muy claro, porqué [ACR #1]

Capítulo diez | The joker

—Te dije que la invitaras a salir no que le metieras la lengua a la garganta —mojó un poco más el pequeño trozo de gasa con antiséptico y le ordenó con la mirada a Fred para que él levantara un poco el rostro.

—No usé la lengua —Wesley sonrió al ver el gesto de dolor que su mejor amigo hizo cuando la rubia comenzó a limpiar mejor la herida en su barbilla—. Solo fue un beso, pequeño —añadió.

—¿Y cuál fue su reacción? —preguntó el rubio con la vista en el techo—. ¡Auch! —se quejó alejándose de las manos de la chica. Quedó recargado en la silla y le miró con bastante miedo, buscó los ojos de Wesley por ayuda quien solo siguió riendo del otro lado de la mesa.

—Eres un bebé —ella colocó las manos en su cintura tomando una posición de madre regañando a su hijo por no querer comerse la cena.

—Tengo cero tolerancia al dolor —se defendió.

—Fred, deja que te cure eso —Wesley se cruzó de brazos en su asiento y suspiró—. Aun no entiendo cómo pasó, no entiendo cómo pudiste resbalar y golpearte así con la esquina de la mesa de la sala. Es ridículo.

—¡Hey! —levantó un poco sus manos para detener cualquier otra cosa que saliera de sus bocas—. Hablábamos de como violabas la boca de Mia, no de mí —dijo mirándolos a ambos—. ¿Qué dijo ella después? —preguntó hacia Wesley.

—Nada —frunció las cejas confundido.

—¿Nada? —casi gritó Claire.

—¿Tenía que decir algo?

—No lo sé —dudó ella—, ¿algo que te diga si le gustó o no?

—No hablamos de ello, solo nos besamos otra vez y otra vez —comenzó a tambalearse en las patas traseras de su silla—: Supongo que eso significa que sí.

—¿Y vas a llamarla? —la rubia tomó por la fuerza la quijada de Fred y siguió limpiando su herida a lo que él solo golpeó el suelo con sus pies como berrinche.

Claire era la única que había ido a dormir temprano, era la única que se veía fresca y que vestía con su pijama. Fred solo tenía la mitad de su cuerpo metido en el disfraz; con el torso desnudo y con unos dibujos raros en él, hechos con marcador azul.

Eran las diez de la mañana y Wesley recién había despertado gracias al accidente de Fred y sus gritos de dolor. Se había quedado dormido en el sofá después de asegurarse de que no quedara nadie dentro del departamento, y eso fue cerca de las cuatro de la mañana.

Wesley miró su camisa y vio como tenía una enorme mancha de bebida de naranja, bebida que Oliver derramó en él antes de irse.

—Si, después —intentó tallar la macha en un vago intento de distraerse.

—Llámala ahora —dijo Claire.

—La llamaré cuando yo quiera —Wesley resopló y se rio del intento de orden que la chica le dio—. Quizá está dormida, o haciendo lo que sea que haga un domingo en la mañana.

—Se fue muy temprano, seguramente durmió como un bebé... Con su bebé —se burló su amigo mirando al techo—. ¡Oye! Si comienzas a salir con ella serías como el papá de su hijo; podría ser divertido cambiar pañales en su segunda cita o ir a carreras de cochecitos.

—Fred... —Wesley pronunció con mucha molestia.

—Cállate —completó Claire arrojando el pedazo de gasa sobre la mesa en señal de que había terminado. Suspiró tomando asiento en una de las sillas—. Si ella te gusta está bien —encogió los hombros—, solo tienes que estar seguro, ir lento... No la veas como la madre o la ex esposa de alguien, mírala como la chica con la que te gustaría estar. Si pasas eso, lo demás no importa.