Preparaciones

1.8K 95 0
                                    

   Al día que nos faltaba ocho días para irnos, mis padres nos llamaron para que planificáramos todo.

   —Bueno hijas ya saben que debemos terminar de empacar para enviar todo a la nueva casa —dijo mi padre, tratando de levantarnos el ánimo.

   —Sí, papá —dijimos mi hermana y yo al mismo tiempo, con un tono de desánimo y desdén.

   —Chicas, animo, tienen que tratar —dijo mi madre con cansancio.

   —Si —pero respondimos en el mismo tono.

   —Bueno ahora les diré dónde vamos a vivir, será Colorado en un lugar llamado Aspen —dijo mi padre.

Así que ahí será el nuevo ''hogar'', Aspen, no me suena muy acogedor.

   —Y pronto irán a la escuela —prosiguió mi padre—, empezaran tres días después de la mudanza, tendrán que pedir apuntes para poder empezar más o menos al día. O por lo menos para no rezagarse ninguna de ustedes dos, pero como en Estados unidos el horario es tipo B confió en que no tendrán problema, van al dirección y piden los horarios y un mapa del colegio, ¿entendido?

   —Sí, papá —respondimos mi hermana y yo aun con el mismo tono.

   —Muy bien, terminen de empacar —dijo mi padre, resignado—. Descansen las dos.

   Sin decir nada mi hermana y yo salimos de la sala para terminar de empacar, en mi habitación no falta mucho, solamente un par de muebles de madera y mi cama, en la habitación de Rose también faltaba la cama, un escritorio y un armario, cogí mi celular y llame a Lisa.

   —¿Sí? ¿Hola? —respondió Lisa.

   —Hola, Lisa —respondí.

   —Hola, Claire, ¿cómo va todo?

   —Como a de esperarse —respondí amargamente—, resulta que me voy a colorado a un lugar llamado Mountain View. No creo que me vaya a gustar.

   —No me gusta lo que diré, pero tienes que darle una oportunidad —dijo Lisa—. A lo mejor te guste.

 Tal vez tiene razón ¿y si me gusta? ¿Y si me va bien ahí?, tal vez no sea tan malo.

   —No sé, Lisa, ¿y si no me va tan bien? —le pregunte, como si tuviera ella mágicamente la respuesta.

No creo en realidad que me vaya a ir tan bien.

   —Venga que tus has tenido golpes de suerte muchas veces, debes de intentarlo —respondió con algo de verdad.

   —Igualmente no tengo muchas opciones ¿verdad? —cuestione, al tiempo que arqueaba la ceja.

   —No, pero igualmente tienes que intentarlo ¿no? —respondió.

   —Supongo, pero aun no puedo creer que ya me falte una semana —suspire—. Y sigo teniendo esos sueños, se repiten exactamente iguales. Aún no he terminado de tener el resto del sueño y es frustrante en serio.

   —Me pregunto qué significaran exactamente esos sueños tuyos, algo se avecina y no sabes que es ni yo lo sé —hizo una pausa y acto seguido de un suspiro—. Y si en realidad son más bien unas especies de visiones, cosas que te van a pasar delante, tal vez algo te quiere avisar de que algo importante pasara, ¿pero que sería ese algo?

   —Son excelentes preguntas las que haces, me pregunto cuando tendré las respuestas, todo esto es más confuso. En serio —suspire—. ¿Cuándo tendré las respuestas más importantes de mi vida? porque al destino le encanta ponerme tantos obstáculos para llegar a la respuesta, te juro que si el destino fuera persona se complacería al verme así.

   Ella se empezó a reír por mi alegato, sonreí, al menos a una persona le parecía la ironía de mi vida.

   —No dudo ni un momento en tu palabra.

   Charlamos un poco más luego nos despedimos yo seguía guardando unos libros y unas cuantas cosas más en una caja al terminar estaba hecha polvo me tome una ducha fría me puse la pijama y me tumbe en la cama y cerré los ojos.

 Desearía que todo esto de la mudanza fuera nada más que un sueño y nada más.

   Al poco tiempo termine dormida pero aun así no pude dejar de soñar.

   Estaba en el bosque, hacia algo de frio junto a mi había un pequeño riachuelo y la luna iluminaba todo el lugar, la tranquila inunda el lugar y yo me hallaba tranquilamente mirando el riachuelo, pero oí algo detrás y vi al mismo lobo que me miraba, mantuvo su mirada fija en mí, pero luego volteo y fue a un árbol, paso por detrás de él y salió un chico, al que siempre le veía solo la silueta, pero ahora lograba ver un poco más de él, era alto cerca de un metro ochenta y cuatro, hombros un poco anchos, delgado y fuerte y su cabello era del color de la arena. Pero aun no lograba verle la cara, era frustrante.

   —¿Quién eres? —me pregunto.

   —Soy Claire —por fin sabe quién soy... ¿Pero quién es él?—. ¿Pero quién eres? —sin necesidad de verlo supe que estaba sonriendo.

   —Pronto lo sabrás —me dijo.

 Que pronto lo sabré dice ¿por qué no me lo quiere decir? ¿Qué pasa?

   —No espera dime tu nombre —dije, pero vino seguido de una brisa. Lo cual causo que despertara de mi sueño.

   —¡Maldición! Ya iba a saber quién era el —exclame furiosa, luego me tumbe de nuevo en la cama, moví la cabeza y mire el reloj, me sorprendí— ¡¡¡la una de la tarde!!! ¡Que tarde es!

   Me levanto y corrí al baño, abrí la ducha y me meto, tome una ducha fría para espabilarme, pero no deje de preguntarme quien era el chico que se aparecía en mis sueños.

¿Por qué no dejo de soñar con él?, ¿qué quiere decir mi sueño?

   Llegue a la cocina y encontré a mi familia a punto de almorzar.

   —Cariño, ¿te acabas de levantar? —pregunto mi madre un poco inquieta.

   —Si mamá, lamento la hora —me sentía avergonzada, no despertaba a esas horas, no normalmente.

   —No pasa nada hija, ¿pero te ocurre algo? —pregunto mi madre un poco preocupada, y mi hermana y padre me miraron también.

   —Estoy bien, solo me acosté tarde y dormí, eso es todo —pero respondí un tanto insegura de que la respuesta los convenciera.

   Ellos dejaron de mirarme supuse que me creyeron comimos y todo transcurrió normal.

 ¿Pero qué significan mis sueños? ¿Qué es lo que ocurrirá?

 

Tus ojos son iguales a los de elDonde viven las historias. Descúbrelo ahora