Tus ojos son iguales a los de el

Oh - oh

   Salí de casa y Aiden estaba fuera esperándome estaba muy feliz, ya te-níamos una semana de noviazgo.

   —Hola.

   —Hola. Hoy es nuestro aniversario de una semana, ¿sabes?

   —Sí, lo sé, te mostrare un lugar con la mejor de las vistas luego de la escuela, te va encantar —me aseguro con una sonrisa.

   —No lo dudo —me acerque y lo bese.

   —No es que no quiera seguir besándote pero aún está tu padre —me re-cuerda

   —¡Es verdad! mejor vámonos —asentí y le cogí la mano.

   —Al menos hoy nos toca cuatro horas juntos.

   —Sí, no me gustaría nada no verte en todo el día —le dije mirándolo.

   —Hubieras visto cómo se puso mi madre cuando le dije que venias el sábado —me comento.

   —¿Así que se puso emocionada? —pregunte con una sonrisa de ladea-da.

   —Sí, y nos va a volver locos, cada vez que algo la emociona no deja de hablar de ello hasta que pasa —dijo moviendo la cabeza de un lado a otro.

   —Ay no, entonces los va a volver locos por mi culpa —bromee.

   El rio y me dio un beso en la cabeza, yo me le acerque más y entramos, por fortuna nos tocó juntos la primera clase. Luego sonó la campana y me dirigí a la clase de ciencias, pasaba por el pasillo pero alguien me llamo.

   —Claire —dijo Andrea saludándome con la mano.

   —Hola, Andrea —salude con una sonrisa. Increíblemente no me ha do-lido la cara aun de tanto sonreír.

   —Oye ¿cómo están tú y Aiden? —pregunto mientras caminaba hacia mí.

   —Pues bien, hoy es nuestro aniversario de una semana —dije mirándola

   —Eeh, ¿y que te tiene de sorpresa? —dijo entrelazando nuestros brazos.

   —Pues dijo que me llevaría a un lugar, que al parecer es muy bonito y no sé si tenga otra sorpresa, yo le traje un dulce caseros que hice ayer.      Espero que le guste —dije con una sonrisa tímida.

   —Ya veo parece que su relación está cada vez está mejor, me alegro por ti.

   —Gracias, pero sabes, estoy nerviosa porque este sábado conoceré a su familia —informe. Mientras pensaba en cómo decirle a mi padre que tenía una relación.

   —¿En serio? Uau, pues espero que le des una buena impresión, puede ser muy difícil dársela a la suegra —inquirió, mientras asentía con la cabeza.

   —¿Por qué hablas como si estuviéramos casados o comprometidos?

   —Porque se nota que se quieren demasiado, por mi parte creo que ter-minaran casados —dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

   —¿P-pero que te pasa? —pregunte, sintiendo como mi cara se convertía en un tomate.

   No era que me molestara la idea, solo que me era tan repentino que lo dijeran en nuestro primer  aniversario, no sabía cómo reaccionar. Además me faltaban meses para ser mayor de edad (en este país, ya que en Irlanda es a los veintiuno).

   —Vamos que estoy jugando —dijo, dándome palmaditas en la mano.

   —Cómo eres —suspire tratando de sonar exasperada.