El primer dia

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 Ya era hora. El primer día de clase, me levanté con pesadez a las 6:20 de la mañana, y mis clases comenzaban a las 7:15, salí de la ducha, me puse unos vaqueros oscuros, unas vans blancas y una camisa rosa pálido con dobladillo en el escote, pase por la puerta de mi hermana y pregunté si ya casi estaba lista, toque la puerta y me dijo que enseguida bajaba, fui a la cocina y vi a mis padres.

   —Buenos días, hija —dijo mi padre.

  —Buenos días, papá —respondí secamente, mientras empacaba mi almuerzo, el sólo se limitó a recogerse de hombros.

   —Buenos días —dijo mi hermana, al entrar.

   —Buenos días, cariño —dijo mi madre a Rose.

   —Buenos días, mamá, papá —dijo, usando un tono más seco que yo en la palabra <<papá>>.

   —Buenos días, Roxy —dijo mi padre, bajando la mirada. Normalmente cuando le decía Roxy, es porque se sentía culpable de algo.

   —Niñas, coman su desayuno antes de que se les enfrié —dijo mi madre, poniendo los platos en la mesa.

   Las dos asentimos en silencio, desayunamos rápidamente y nos fuimos al auto, mi padre y madre nos dijeron que iríamos a escuelas diferentes, decían que nos haría bien pero yo francamente no lo entendía como, decidimos dejar a Rose primero.

   —Bueno niñas, ya saben que al llegar deben ir a la dirección y pedir su horario y un mapa de la escuela —nos recordó mi padre.

   —Si —asentimos al mismo tiempo, llegamos al instituto de Rose y ella se despido cuando bajo, al poco tiempo mi padre hablo.

   —Claire sé que tú y tu hermana están molestas, pero teníamos que hacerlo —dijo de nuevo. Desde que llegamos a tratado de convencernos de eso.

   —Por cuarta vez.

   —Por cuarta vez —repuso derrotado.

   Llegamos enseguida a mi instituto, agradecí que la distanciar no fuera mucha, salí y me despedí de él. Me dirigí a dirección, llegue donde estaba la secretaría.

   —Hola, disculpa es mi primer día y busco mi horario y un mapa por favor.

   —Nombre y apellido por favor —me pidió.

   —Claire McCarthy —respondí.

   Introdujo mi nombre y busco en la base de datos e imprimió un mapa y un horario

   —Aquí tienes y buena suerte —me dio una cálida sonrisa, la secretaría de unos cuarenta años más o menos de cabello negro.

   —Gracias —le devolví la sonrisa.

   Salí y vi mi horario. Me tocaba algebra, que horror, seguía viendo el horario y el mapa pero sentí que alguien me miraba, levante la vista y lo vi. No lo podía creer; era el chico de mis sueños, era el definitivamente el, me miraba incrédulo y yo lo miraba impactada, pero algo me hizo volver a la realidad. Voltee la cabeza y salí corriendo, no lo podía creer, vi la hora y me fijé que faltaban diez minutos, saqué mi celular y envíe un mensaje a Lisa rezando porque le llegará y respondiera pronto, lo apague por si acaso me sonaba en medio de la clase, busque el salón y lo encontré, me pare al lado del marco de la puerta y llame la atención del profe.

   —¿Profe Martínez? —pregunté.

   —Así es ¿y usted es...?

   —Soy una alumna nueva, lamento el retraso —me disculpe.

Tus ojos son iguales a los de elDonde viven las historias. Descúbrelo ahora