Tus ojos son iguales a los de el

Dolor, mucho dolor

   Fije la vista y vi que Aiden se estaba besando con Daniela, ella le rodeaba el cuello. Sentí un fuerte dolor en mi pecho y salí corriendo de ahí llorando, las preguntas me golpeaban la cabeza sin parar.

   ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué me duele tanto? ¿Lo quiero tanto? ¿Por qué me dijo que no eran novios? ¿Acaso yo me imagine que le podía gustar? ¿Por qué me importa que se estuvieran besando? ¿Acaso quería serle infiel a ella conmigo?

   Esas eran las preguntas que me hacía.

   Decidí tomar el camino largo a mi casa para dejar que las interminables lagrimas cayeran en mi rostro, llegue por fin a la entrada de mi casa. Cogí un espejo de bolsillo que había en mi bolso y mire mis ojos, estaban rojos e hinchados de tanto llorar.

¿Por qué el significa tanto para mí?

   Entre a mi casa y agradecí de que no hubiera nadie estuviera aun en casa fui a mi cuarto y me tumbe en mi cama, cogí mi teléfono y vi que tenía dos llamadas perdidas y tres mensajes, todos eran de Aiden, los leí.

‘’Claire, ¿dónde estás?’’

‘’Te estoy esperando’’

‘’¿Estas bien?’’

   No respondí ninguna de sus llamadas o mensajes, cogí mi IPad y revise mi Facebook, vi que mis amigas me dejaban mensajes en los que me preguntaban que como iba con él, si estaba cerca de ser su novia. Decidí no contestar ninguna pregunta y le envié un mensaje a Lisa.

*Lisa llámame en cuanto puedas, necesito hablar con ustedes lo antes posible*

   Puse She Wolf en mi IPad y me quede dormida, me desperté a mitad de la noche por el sonido de mi celular, vi que eran cerca de las tres de la mañana, mi hermana de seguro entro para llamarme a cenar pero decidió dejarme dormida. Mire la pantalla del teléfono y vi que era Lisa.

   —Hola, Lisa —respondí bajo.

   —¿Claire? ¿Qué paso por que se oye rara tu voz? —me pregunto, preocupada.

   —Llama a las demás —ordene, ignorando su pregunta.

   —Está bien —cedió aun preocupada.

   —¿Hola? —dijo Mary.

   —¿Bueno? ¿Quién es? —dijo Ciara.

   —¿Sí? —dijeron Jane y Lidya al mismo tiempo.

   —Chicas, las llame porque Claire tiene algo que decirnos —dijo Lisa.

   —¿Ah, sí? ¿Y qué es? —preguntó Lidya.

   Respire hondo y hable.

   —Yo... vi a Aiden besándose con Daniela —incluso decirlo resultaba doloroso y se me hacía difícil respirar.

   —¡¡¿QUE?!! —gritaron todas al mismo tiempo.

   —Como lo oyen, estaba tomando un atajo para reunirme con él en la puerta en la salida, pero algo llamo mi atención y los vi —dije con lágrimas en mis ojos.

   —No lo puedo creer —exclamo Lisa, incrédula.

   —Desgraciado, ¿cómo se atreve a hacerte esto? —reclamo Jane, furiosa.

   —Te juro que en cuanto tenga la oportunidad de ir a América le daré el bofetón de su vida —proclamo Lidya.

   —¿Claire estas segura de que no te equivocas? —pregunto Mary.

   —No, no me equivoco —asegure.

   —¿Por qué lo defiendes, Mary? —reclamo Lisa, furiosa.

   —No lo defiendo —repuso—. ¿Y si las cosas no son lo que parece?

   —No, estoy segura que quería besarla ¿o qué? ¿Le estaba dando RCP de pie mientras ella le rodeaba el cuello? —pregunte, irritada.

   —Solo digo que le des una oportunidad a su versión y ya —dijo Mary, rendida.

   —Lo que sea, si el no aprecia a Claire está ciego. Ella es fabulosa —dijo Lidya, tratando de alagarme.

   —Gracias, solo necesitaba contarles, pero ya no quiero hablar de eso —dije.

   —Está bien, llámanos si necesitas algo ¿ok? —dijo Lisa.

   —Sí, claro, adiós.

   —Adiós —dijeron todas colgué y volví a dormir.

                                                                    ◊◊◊◊◊

   Me levante sin ganas y me di una ducha corta, ese día hacía calor pero no le di mucha importancia, aun así decidí coger un vestido azul pálido, sencillo un poco más arriba de la rodilla, con tirantes y dobladillo al escote y unas sandalias blancas, en cuanto baje  mi familia me pregunto si estaba bien, decían que me notaban rara y yo les respondía que estaba bien, me fui de allí. Solo tome mi jugo, a pesar de la insistencia de mi madre para que comiera, pero no quería a pesar de estar pálida (más de lo que ya soy), con los ojos algo rojos y con un poco de ojeras, me dirigí a la escuela. Ya habían pasado varios días sin hablar con Aiden.