Nota 4 - Sentirse niños

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Llévame a esos días en los que mi pasión era ver el mundo amarillo. En los que me levantaba 3 minutos antes de llegar al colegio. En los que mi madre me gritaba cuando perdía la chaqueta.

Llévame a aquellos días en los que conocía a niñas nuevas, y me hacían sentirme niña de nuevo. En aquellos que detestaba toda la comida, y solo comía patatas fritas. En aquellos que necesitaba mis muñecos para poder dormir. En aquellos que tenía que fingir cara de asombro cuando me regalaban muñecas. En aquellos que creía en papa Noel, el conejito de pascua, el hada de los dientes y en los reyes magos.

Llévame a esos días en los que quería dejar de ser una niña, y convénceme de no querer crecer.

Sácame de estos días en los que mi pasión es invisible. En los que me levanto tres horas antes para acabar deberes. En los que mi madre me grita por no cumplir mis obligaciones.

Sácame de estos días en los que no quiero conocer a nadie. En los que mis lamentos son escuchados por muñecos. En los que tengo que fingir felicidad cuando me regalan dinero. En los que no creo en nada ni en nadie.

Sácame de estos días, y llévame a otra realidad en la que mi comportamiento no dependa de la edad. En la que podamos ver el mundo del color que queramos. En la que nadie sea esclavo del tiempo, porque este no existe.

En la que la gente se sienta ella misma con cualquiera. En la que podamos creer en lo que queramos sin ser juzgados. En la que nadie nos grite porque nadie merece ser gritado. En aquella que te puedas desahogar en público sin sentir pena de lo que estás haciendo.

Llévame a otra realidad paralela y totalmente distinta. Abandonemos esta y llévate con nosotros a todos aquellos que no quisieron dejar de sentirse niños.

Relatos de un gusano amarilloWhere stories live. Discover now