25 de Septiembre 2022
Empezare a escribir aquí por que la señora Roberts dice que me hará bien contar que es lo que me pasa por la cabeza, cualquier cosa.
Creo que siente que me guardo mucho todo, incluso cuando hablo con ella, sabe que hay cosas que no digo.
Dijo que me sentiría mejor si podía expresar de alguna manera las cosas que no le contaba a nadie, que me sentiría más cómoda incluso si parecía que estaba hablando con alguien.
«Has de cuenta que se lo estás contando a una amiga cercana» dijo.
Y verás, el problema es que yo no tengo amigas.
Nunca las tuve.
No soy buena para conversar, la mayoría de las veces me pongo nerviosa y digo cualquier cosa.
En fin, pensé que tal vez podría hacer de cuenta que hablaba con mis padres, pero murieron hace mucho tiempo y se sentiría raro.
Asique..., decidí que hablaré contigo aquí, Taylor.
De todas maneras, no puedes leer nada de lo que escribo aquí.
Nunca.
Se que la doctora te cuenta todo lo que hablamos, no soy estúpida, por eso también sé que no me dijiste nada cuando me viste tomar este diario para mi misma.
Fue bastante gracioso escucharte balbucear cuando viste que iba con él en dirección a mi habitación, por más que no me haya reído, te prometo que una vez que te alejaste a tu despacho, lo hice.
Me caes bien Taylor.
¿Estás listo para que te cuente todos mis secretos?
30 de Septiembre
La doctora Roberts hoy me pregunto que sentí la primera vez que te vi.
Creo que en realidad estaba intentando averiguar si en realidad tengo miedo de ti, si de alguna manera me sentía condicionada a quedarme aquí contigo, si me presionabas de alguna forma.
No supe que responder y sé que eso la inquietó.
Sé que te dijo algo a ti, porque ya casi no me hablas.
Lo siento.
No es que te tenga miedo, pero es que no confío en ti. En realidad, no confío en nadie. No es tu culpa.
De todas maneras, estuve dándole vueltas a su pregunta todo el día: «¿Que sentí cuando te vi?»
Paz.
Eso es lo primero que se me cruza por la cabeza cuando lo pienso sin pensarlo demasiado, y voy a confesarte algo, nada más mis ojos lograron enfocarte a través de las lágrimas, creí que eras una especie de ángel de la muerte.
Que vamos, que te veías terrorífico del carajo. Pero llegaste justo a tiempo y me salvaste.
Creo que, en todo este tiempo, todavía no te he agradecido.
Gracias Taylor, gracias por salvar mi vida, aunque no sepa muy bien que hacer con ella.
***
Buenas nuevamente
el diario de Alex va a ser el punto de vista que podrán leer de ella, así pueden ir entendiendo también que es lo que pasa con ella.
Espero que les guste.
Debie
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El día que dijimos adiós
רומנטיקהSoy una persona a la que no escucharás quejarse de la vida que lleva: Tengo el trabajo de mis sueños y mi carrera en la firma de abogados solo va en ascenso. Acabo de ganar un juicio que me dejará en las grandes ligas. Estoy pensando en proponerle m...
