9# Paranoia I

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Había mantenido la guardia todas estas horas que pasaban, era difícil saber qué hora era y cuánto había pasado ya que el único teléfono que servía lo había dañado.

No lo sé, ¿Habrán pasado once días? Ni la menor idea, creo que el único que sabía sobre eso era Tonny ya que Alex había perdido la cuenta y mucho menos Samantha sabía al respecto.

Creo que llevar la cuenta de los días ya no tenía sentido alguno, probablemente más adelante pueda enterarme, si es que salíamos vivos de aquí.

Dentro de mi mente, sabía que algo no andaba bien, Tonny no había regresado y había pasado mucho tiempo ya.

Samantha ya estaba preocupada y un poco ansiosa, sin embargo hacía lo que podía para poder mantenerla tranquila.

Al igual que Alex, aunque claramente el sabía que esto en algún momento iba a suceder.

Y bueno, Mónica todavía no confiaba en mí, en ningún momento dejaba de observarme con una mirada tan insegura.

Sus ojos claramente eran de horror y pánico al ver que estoy compartiendo el mismo espacio con ellos.

A pesar de todo tenía que protegerlos, por alguna extraña razón me sentía un poco más seguro de mi mismo estando aquí, y teniendo un arma, claro.

Pero, aún así me sentía tan incómodo, algo no iba a estar bien, mi mente pensaba lo contrario pero al mismo tiempo sentía que algo iba a suceder.

Ojalá y Tonny pueda regresar, no se por cuánto tiempo Samantha estará así, y me preocupa.

En caso de que no vuelva tendría que tomar riendas en el asunto, claramente no quería, no puedo hacer nada bien bajo presión, pero no tendría opción si llega a suceder.

Creo que en cada momento me estoy contradiciendo, aveces me siento un poco seguro y de la nada vuelvo a estar como un cobarde y pesimista.

Creo... Que todo esto ya me está afectando, todo lo que había visto ya era muy horrible y mi mente no podía más.

Por un momento decidí ver por una pequeña ventana del granero que estaba sellada con tablones y un manto viejo, quería ver el exterior para estar seguro.

Mi mente no podía estar tranquila, algo me decía que observara el exterior, no dejaba de ver la ventana.

Y en efecto, mi instinto tenía razón, a lo lejos ví como una de esas malditas luces venía hacia nosotros, pero no era uno, eran más de tres luces parpadeantes.

No lo podía creer, otra vez iba a suceder, y ahora tendría que arriesgarme totalmente de que ninguno entre en pánico o si no moriremos fácilmente.

Rápidamente les dije a todos que apagaran la farola y se mantuvieran todos en silencio y agachados.

Samantha: - ¡Oye! ¿¡Qué está sucediendo!? -

Yo: - ¡Háganme caso! ¡Manténgase en silencio y escondanse en alguna parte! -

Mónica: - ¿¡Que está pasando!? -

Yo: - ¡Hagan lo que digo por favor! -

Rápidamente apagaron la farola y guardamos silencio, a excepción de Mónica, no dejaba de preguntar alternadamente, estaba haciendo mucho ruido.

Alex tuvo que ir hasta donde estaba ella y le tapo la boca con sus manos, Mónica no dejaba de forcejear en ese momento.

Las luces se estaban acercando, podía escuchar ese escalofriante sonido de nuevo, me había traído recuerdos horribles cuando estaba en mi casa.

El granero tenía algunos agujeros y grietas muy pequeñas, por lo cual la luz blanca traspasaba y alumbraba un poco por dentro.

Por suerte Samantha se había quedado escondida detrás de unos barriles, Alex y Mónica habían quedado cerca de una gran biga del granero.

Tensión en la OscuridadWhere stories live. Discover now