10. ¿Nuevo integrante?

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Eliza

—¿Por qué tienes que irte? —pregunté— Creí que te quedarías más tiempo

Había venido a la habitación de Harper a pedirle un consejo sobre que ponerme, pero al verla empacando me dijo que mañana se iría.

—Son dos semanas que me dan Eliza —dejó una ropa en la maleta—, hoy se cumplieron las dos semanas

—Pero ¿porque no te puedes quedar más tiempo?

—Ya lo hemos hablado —comentó en su armario—. Los de mi trabajo ya se están contactando conmigo —fruncí mi ceño—, tengo que regresar. Saldré mañana en la noche —me miró enarcando una ceja— ¿Qué?

—Dijiste ¿trabajo?

—Sí, trabajo ¿sabes lo que es? —rodé mis ojos

—Obvio que lo se Harper, no soy estúpida

—Entonces ¿por qué esa cara?

—Creí que solo te ibas porque te encanta viajar —me encogí de hombros—, y que mis padres te daban para los viajes —soltó una risa

—Eliza, no somos ricas

—Lo sé, pero vivimos económicamente estables

—Sí, pero no por eso quiere decir que con el dinero de mis padres me dan, pueda cubrir estos viajes

—O sea ¿no te dan nada?

—Obvio me dan un poco —negó—, pero no lo suficiente para pagar los viajes, los hoteles, las comidas, las salidas —volvió a dejar ropa en la maleta—, todo está caro

—¿En qué trabajas?

Siempre que le preguntaba por qué se tenía que ir, me respondía que no podía estar mucho tiempo con nosotros, que extrañaba viajar y cosas por el estilo, jamás mencionó su trabajo.

—Trabajo para aquellos sitios webs de hacer publicidad para los turistas —asentí escuchando—, mi trabajo consiste en tomar fotografías del paisaje, las calles, los lugares a donde ellos me manden —mis cejas se alzaron ligeramente—, es agradable y pagan bien por las fotografías

—O sea que, ¿trabajas haciendo lo que amas?

—Combine mis dos cosas favoritas —comentó feliz—, el viaje y la fotografía

Siguió buscando ropa para meter en su maleta.

Harper sabía que quería estudiar desde un inicio, pero también tenía un dilema, porque amaba las dos cosas, no sabía si meterse a turismo o fotografía, mis padres le dieron la opción de estudiar otra carrera después de terminar una, Harper no quiso eso, ella ya quería salir huyendo de aquí, su mejor plan fue tomar un curso de fotografía los fines de semana durante un año.

Creo que, por eso le agradaba tanto Stella, porque cuando ella venía a mi casa, siempre ponía la fotografía como excusa para hablar, y así podían pasar horas.

—Mañana no te librarás de mí —soltó una pequeña risa

—¿Maratón de películas ochenteras? —asentí sonriendo

Después del desliz con Stella, se me hacía muy difícil seguir viendo esas películas, aunque a Harper le fascinaban, aquellas películas me hacian recordar aquella enana —hasta la fecha—, pero lo había superado, hasta claro, hace unas semanas.

—Los jeans se ven bien —fruncí el ceño mirándola

Por un momento me había olvidado que había entrado a su habitación para pedirle un consejo sobre qué pantalón ponerme. 

Una última partidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora