Luria

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Me retiré de la barra con un carraspeo y poca sutileza. Hasta yo me percaté de que Lyss y Leon tenían una conversación densa por delante. Y, ¿para qué mentir? No me apetecía que el pelo bronce viera mis profundas ojeras ni mis ojos hinchados como tomates después de toda una puta noche llorando.

Mi intento de consolación con Garrett había salido mal no, lo siguiente. Fuimos en su moto hasta mi casa, rescaté el alcohol que me quedaba y empecé a beber como una cosaca. Y a partir de ahí todo empezó a caer cuesta abajo y sin frenos. Él no me siguió el rollo, no quiso follarme estando pedo porque (palabras textuales) "él no había venido para ser mi toalla cuando me pusiera a vomitar toda la mierda que estaba intentando ahogar con el alcohol". Quiso obligarme a ducharme y a meterme en la cama, pero acabamos discutiendo a voces. Yo le dije unas cuantas cosas muy feas. Y él simplemente se marchó diciendo algo así como "yo paso de esto, lo siento". Y me dejó tirada, sola en casa, con una cogorza patético-depresiva que me hundió en la miseria de mi váter una hora más tarde, en la que vomité hasta la primera papilla. Después no recuerdo bien qué pasó. Creo que al final hice lo que él quería: darme una ducha y meterme en la cama, pero apenas dormí un par de horas antes de despertarme totalmente desubicada y siguiendo mi rutina habitual para ir a trabajar. Eso sí: compuse un par de temas totalmente deprimentes en mi viaje en el tren hablando de los cerdos que pasan de follarte por tener sentimientos.

Dejando a la pareja de dómines a solas, decidí terminar mis labores en el almacén antes de volver a salir de cara al público. Así daría tiempo a que Leon se fuera de la barra y, con suerte, también Lyss. La verdad era que tenía que agradecer que mi tío se hubiera presentado herido en la escena porque me había ahorrado una bronca monumental. No me alegraba de que el yonki capullo le hubiera pecado un mordisco, pero no podía negar que me había venido bien. No tenía el chocho para farolillos en aquellos momentos.

Pasé un buen rato moviendo cajas, recolocando cosas que ya estaban ordenadas pero que decidí que se podían ordenar mejor y limpiando el polvo de los estantes; entre otras labores innecesarias. Cuando tuve el almacén como una patena me asomé a la barra. Y me encontré un rostro familiar y no muy halagüeño que me provocó un retortijón en las tripas: Derek estaba sentado en ella, vestido con ropa claramente nueva, "normal", y el pelo mojado chorreándole gotitas por los parietales rapados. Apoyaba los codos en la barra y la frente sobre la base de sendos pulgares. Parecía que se le hubiera muerto alguien. Y, curiosamente, estaba solo.

Tuve una extraña y contradictoria sensación. Una mezcla extraña entre lástima y regodeo al verle tan hundido en la miseria. No podía negar que una parte de mi se alegraba de que hubiera sufrido lo que fuera que le hubiera pasado, haciéndole gritar de esa manera tan desesperada antes. Además, había mordido a mi tío. "Que se joda...". Le estaba bien empleado, por capullo. aun así... Una idea peregrina y malintencionada se me pasó por la cabeza.

Me acerqué con cierta cautela, como quien se aproxima a un perro con la rabia y carraspeé—: Ejem...—. Derek levantó la mirada. No se alegraba de verme. Y parecía estar bastante perturbado, pero por lo demás no parecía tener daños físicos evidentes, aunque eso siempre era difícil de decir. En mi evidente escaneo visual en busca de heridas, me topé con las evidentes marcas de pinchazos en medio de sendos brazos, en la parte interior del codo. De nuevo la sensación contradictoria me atravesó, esta vez siendo la lástima algo más intensa, provocándome una leve hormigueo en mi propio codo izquierdo. Alegrándome de llevar puesta la cazadora en aquel momento, me crucé de brazos y tamborileé los dedos, manteniendo su mirada gris con tranquilidad e intentando sonar simpática—: Esto... ¿Te pongo algo?

—Depende—. Su voz sonó más tensa que las cuerdas de mi guitarra—. ¿Va a venir con extra de hostia gratuita? Porque entonces creo que paso.

—Ah, sí... Esto...—. Volví a carraspear, llevándome el puño cerrado a la boca y ladeando la mirada como si me arrepintiera de ello. Cosa que, obviamente, no hacía—. Ayer estaba un poco fuera de mis casillas y... Ando con el síndrome premenstrual y eso y... Bueno, que siento haberte pegado

In Chains: Encadenados (RESUBIDO)Where stories live. Discover now