Parte.7

131 16 4
                                    


Los gemelos llegaron a la costa y no hallaban la hora de retirarse de la isla infectada por Marginados. Cada uno sabio a la cilla de montar de su dragón y sujetaron los cuernos del Cremallerus a esperar a que este volara. De lo contrario el dragón se quedo quieto como roca.

- "¿Qué están esperando? ¿Una invitación?. Vamos, vuela" - protesto Brutilda.

El dragón no se movió. Los gemelos se miraron y hundieron los hombros sin la mínima idea de que pasaba por la mente del Cremallerus.

- "Vamos, no se hagan los difíciles". - demando Brutacio jalando los cuernos a su dragón para obligarlo a volar.

- "Barf, tú tampoco te hagas de rogar".

El dragón intercambio mirada con su otro par, ambos pasaron por la misma idea. Malvadamente ambos sacudieron sus largos cuellos hacia arriba catapultando a sus jinetes a las aguas saladas de la orilla. Los gemelos mojados miraron como el Cremallerus se dirigía a la llanura.

- "¡Oigan, adonde van!"

El Cremallerus se detuvo y señalo el bosque.

- "Creo que quieren que regresemos". - comento su hermana.

- "Pues yo creo que están locos". - se levanto y sacudió sus botas mojadas. - "Tenemos que ir por los demás jinetes". - endureció la mirada. - "Barf, Belch regresen aquí de inmediato". - señalo a sus pies mandonamente. El dragón endureció la mirada pero regreso alado de sus jinetes. - "Así me gusta". - sonrió, pero fue algo que no duro mucho, Belch lo agarro y lanzó aun mas lejos en el agua.

Brutilda estaba sorprendida, el dragón no abandonaría a Hipo ni a Chimuelo. Ella ni siquiera pudo protestar cuando Barf y Belch la miraron amenazadoramente diciendo con la mirada "Tú di algo y estarás al lado de tu hermano". Ella nerviosa sonrió antes de replicar con los hombros recogidos.

- "Y... ¿cuál es el plan?".

oOo

Un gran bullicio se produjo en el centro del campamento Paria. Los Marginados celebraban la captura del Furia Nocturna que ahora estaba en el medio del campo; amordazado, atado y siendo el centro de la atención.

- "Saquen todo el vino muchachos, celebraremos toda la noche. ¡EL FURIA NOCTURNA ES NUESTRO!." - dijo el vil líder Paria alzando su copa llena de vino tinto, sus hombres de igual forma alzaron sus copas regando un poco del vino en sus ropas y rostros. Alvin dio un largo trago y luego recordó a su otro invitado - "Oh, y como olvidarnos de nuestro Conquistador del dragón".

Como un juego infantil los Marginados reían mientras empujaban entre ellos al delgado y pequeño Hipo. El chico asustado tenía las manos atadas y ojos vendados mientras sus captores jugaban con él, empujándolo de lado a lado hasta marearlo. En uno de los empujones, Hipo tropieza cayendo al suelo. El bullicio rio en carcajadas llenando al chico de inseguridad y vergüenza. Alvin también rio pero alzo la mano para que los soldados dejaran de jugar con el prisionero. Dos soldados recogieron al mareado vikingo y le quitaron la venda de los ojos, así quedando al margen de Alvin.

- "¿Te estás divirtiendo?" - burlo Alvin. Pero Hipo estaba tan mareado como para responder. - "Parece que no lo está disfrutando, muchachos. Denle otra ronda". - el Furia Nocturna molesto gruño desde su bosar, sus quejas fueron audibles para el público que volteo a mirarlo. - "Oh, miren esto, la bestia no quiere que juguemos con el niño".

Todos rieron y vieron como Alvin agarro al chico del cabello y arrastro al centro donde se ubicaba el dragón.

- "¿Lo quieres?" - ahogo el tono siniestramente cuando presenta a Hipo cara a cara con Chimuelo. El Furia Nocturna vio el miedo en los ojos de su niño. De todo corazón quería ayudarlo pero estaba a la merced del enemigo. Chimuelo derivo la mirada al suelo haciendo que Hipo se sintiera solo y desprotegido. - "Mph, eso pensé". - sabiendo que el dragón no sería capaz de atacar arrojo al chico a sus secuaces. - "Si sabes lo que te conviene dragón, será mejor que no me cauces problemas, lo mismo va para ti, muchacho."

Su ceño reflejo molestia, pero al igual que su dragón Hipo reconoció que estaba a la merced del enemigo. Lo único que podía hacer era mantener silencio y no empeorar las cosas; solo el tiempo diría si tenía un plan de escape.

Alvin estaba de un buen humor y no quería perder la paciencia mirando a Hipo y al Furia Nocturna; ambos eran preciados tesoros, pero también hacían que el hombre avaro recordara todos aquellos malos momentos que les ocasionaron antes, por esto Hipo y Chimuelo fueron encerados en jaulas individuales haciendo las cosas incomodas tanto para jinete como para dragón, y peor aun las jaulas estaban cerca una de la otra pero no lo suficientemente unidas, aunque esto era mentalmente perturbado para Hipo ya que le era extraño estar lejos de su amigo. Chimuelo nunca volteo a mirar a su jinete, sabía que Hipo estaba herido por haber desviado el rostro con la pregunta malvada de Alvin.

- "Vamos amigo, no te culpes. Eres realista, sabias que no podías hacer nada". - intento animal desde su celda, en respuesta un resoplido arrogante indujo el dragón. - "Por favor amigo... mírame... tu nunca me hiciste daño... nunca lo has hecho y esto no cambia nada". - comento extendiendo una mano desde su reja intentando alcanzar el otro extremo de la celda de su compañero.

Escuchando las palabras Chimuelo alzo la cabeza y vio la mano extendida de su niño. Su humano lo miraba como siempre, con simpática y confianza. El dragón se volteo y aun con su bosar acerco su asicó sobre la reja lo mas que podía. Solo tres dedos alcanzaron al dragón, pero incluso esa distancia era confortable para ambos.

- "Saldremos de aquí. Lo prometo".

Un Dúo Terrible - HTTYD TV SHOWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora