Parte.8

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Dos traviesas cabezas se avecinaron desde la parte oscura de un grupo de arbustos. El campamento Paria estaba a la vista de este dúo de hermanos que sonreían contantemente; no había un chiste contado, solo sonreían tras imaginar todas las cosas malas que podían hacer en las narices del enemigo. Brutacio y su hermana corrieron con agilidad tras unos barriles del campo. Aquellos hombres disfrutaban de sus bebidas y cantos como viles piratas borrachos. En seguida Brutilda para llamar la atención de su hermano lo golpea en el hombro, luego de esto la chica señala hacia el frente diciendo lo siguiente...

- "Por allí"

Brutacio siguió el dedo de su hermana vio lo que señalaba, se trataba de Hipo y Chimuelo. Ambos en sus diversas jaulas.

- "Vamos". - comenzó a moverse hacia el frente con su hermana de lado.

Lograron escabullirse entre los Marginados y quedar a las espaldas de las jaulas. Hipo estaba sentado sobre el frio metal cuando escucho sisear a alguien a sus espaldas. El chico se volteo y vio como los gemelos le saludaban a la distancia.

- "¿Pero qué están haciendo?" - murmuro angustiado Hipo aferrándose sobre los barandales de su prisión. Su voz llamo la atención de Chimuelo que también volteo a mirar a los gemelos. Los hermanos se acercaron a ellos.

- "Vinimos a salvarte, Duuu". - argumento Brutilda.

- "¿Solos, así nada mas? ¿Qué paso con los demás jinetes?" - se altero un poco.

- "No necesitamos a los demás para sacarte de apuros Hipo, podemos hacer esto". - hablo con orgullo Brutacio.

- " Así... ¿Cómo exactamente?. - frunció el entrecejo.

Brutacio alzó el dedo para decir su plan... pero...

- "...No, no se me ocurre nada..." - admitió bajando el dedo. - "¡No me presiones Hadodock!"

De nuevo Hipo reacciono golpeándose la frente; le era difícil entender cómo funciona la mente de los gemelos.

- "Solo busquen a los demás jinetes". - re ordeno.

- "Wow, wow, wow, mi dragón no me halo hasta aquí para que me digas eso. Vamos a sacarte de aquí quieras o no quieras". - hablo con autoridad Brutacio.

Un pesado suspiro escapo de los pulmones de Hipo, con Patán era difícil lidiar ¿se imaginan el doble problema con los gemelos?. Al momento algo brillante recorrió por la mente de Hipo, algo que los gemelos jamás resistirían; algo llamado "sicología inversa".

- "Está bien quédense, pero hagan lo que hagan no toquen esos barriles varados y llenos de peligrosa pólvora explosiva" - señaló intencionalmente los barriles al lado izquierdo del campo. - "Es muuuy peligroso el contenido de esos barriles ¿oyeron?, una sola chispa de fuego y ¡BOOM! ocasionaría una explosión masiva. ¿Y no queremos llamar la atención de nadie, cierto?". - explico sembrando la adrenalina en el dúo. Chimuelo a todo esto capto el plan de su jinete.

La explicación detallada inmediatamente golpeo contra el pensar de los dos hermanos que sonrieron ante la idea intencionada de Hipo. Como una plaga escabullida el dúo de hermanos se acerco a los barriles. Los dos se miraron y sonrieron de oreja a oreja. Brutacio tomo un puñado de la pólvora y la disperso en el suelo cerca de los demás barriles, en lo siguiente tomo dos rocas del suelo y las golpeo esperando que algo de chispa saliera por cada golpe. El chico no solo podía ver bien por la poca luz, los golpes no daban resultado a las chispas lo que era frustrante.

- "Grr, no veo nada"

- "¿Esto funciona?" - dijo su hermana acercando una antorcha.

- "¡Perfecto!. Ilumina aquí". - le señaló donde iluminar.

El chico ahora con mejor visualidad volvió a golpear las rocas, pero el calor sofocante de la antorcha cerca de él le hizo realizar algo muy importante.

- "Oye, hermana... ¿eso es una antorcha?"

- "Duuu, que más iba hacer".

- "¡Eres una bruta. Eso es lo que necesitamos para encender la pólvora". - la regaño tirando a una esquina las piedras y arrebatándole la antorcha.

En seguida el chico enciendo la línea de inicio y corre lejos con su hermana. Hipo vio la jugada y se tapo los oídos, su Furia Nocturna hizo lo mismo.

BOOM!!!

Los Marginados y Alvin se encogieron de hombros en el primer impacto, en las siguientes explosiones el pánico se sembró en todos ellos; pensaban que estaban siendo atacados. Los Marginados estaban tan ocupados corriendo que no se percataron de los gemelos. Brutacio agarró un gran pedazo de metal y forcejeó contra la cerradura de la prisión de Hipo. En segundos la cerradura cedió.

- "Nada mal". - admitió Hipo.

- "¡ALTO AHÍ!" - grito un Marginado percatándose de la escena.

Ese mismo hombre corrió hacia ellos e Hipo vio que el Marginado llevaba un cinturón con dos lleves; actuando ligeramente el muchacho arrebato de las manos de Brutacio el pedazo largo de metal y con el golpeo la frente del Marginado que pierde la conciencia al momento. El jinete arrebató el cinturón, tomo una de las llaves y la segunda se la pasó a Brutacio.

- "¡Vayan, encuentren a los prisioneros y diríjanse a los barcos!"

Sin que los gemelos pudieran replicar Hipo se encamino a la jaula de su dragón. Los gemelos se miraron pero acudieron a la misión. Fueron a la tienda y se encontraron con los rostros confundidos de los Berkianos.

- "¿Pero qué está pasando allá afuera?" - pregunto Mulch.

- "La mejor explosión que hemos visto". - comento Brutacio abriendo las cerraduras del pescador.

Una vez todos liberados salieron de la tienda; a sus ojos se encontraron con en campamento en pleno incendio, el calor era sofocador.

- "¡Deprisa, corran al bosque!". - se presento Hipo montado en su Furia Nocturna. - "Nosotros los mantendremos ocupados mientras huyen".

Apenas Hipo diciendo esto, cinco Marginados apuntaron sus ballestas contra todos ellos. El enemigo disparo al instante; las flechas no se detendrían hasta golpearlos a todos.

Un Dúo Terrible - HTTYD TV SHOWWhere stories live. Discover now