alaska [h.s.]

Seis.

Canción del capitulo:
Nocturne No. 15 in F Minor, Op. 55- Frédérich Chopin

6

GRACE'S POV

Una de las cosas que siempre me han intrigado, confundido y fascinado; son los sueños.

La mente humana va mucho más allá de cualquier otra cosa y los sueños es algo que ni siquiera estoy segura de cómo explicar, ni de como cualquier pueda explicarlos o comprenderlos completamente.

Algunas personas dicen que sueñas aquello que temes más en el mundo, lo cual explicaría las pesadillas terribles que todos hemos experimentado aunque sea una vez.

Algunas personas dicen que los sueños se basan en tus preocupaciones y tristezas, como cuando despiertas a la mitad de la noche con lágrimas corriendo por tus mejillas.

Otros, aseguran que sueñas las cosas o personas que más deseas en el mundo. Ya sea, lugares, encuentros o cualquier otra cosa que en verdad esperes que suceda.

Sea lo que sea, estoy segura que lo que más me fascina de los sueños, son los sentimientos reales que sentimos cuando tenemos uno. Incluso dormidos, nuestra mente y sentimientos no descansan. Sin embargo, lo más raro es cuando amanece y al abrir los ojos sientes algo.

Despiertas contenta, triste, enojada, emocionada.... y ni siquiera sabes la razón.

No recuerdas el sueño, así que no puedes estar segura de que es, sólo tienes una vaga sensación de que trataba el sueño y aquello es realmente sorprendente.

Esta mañana por ejemplo, desperté sintiéndome acojonada. Un poco triste y con un incómodo sentimiento de decepción.

Demasiado, para sólo ser las diez de la mañana.

El nublado cielo no ayudaba.

"Oh, vamos. " Gruñí y decididamente, salí de la cama, dejándola desecha y comencé a sacar ropa deportiva de una de las maletas que aún no abría.

Con mi ropa en la mano, camine al baño estirándome y rápidamente comencé a cambiarme. Cambie mis acolchonados pantalones de pijama por una licra negra. Quite la sudadera calentita de Aiden, poniéndome una camiseta naranja. Cambie mis calcetines para frio por unos normales y me puse unos tenis blancos para correr y una cazadora negra.

Deje mi rostro sin nada de maquillaje y con un esfuerzo ridículo, recogí mi cabello corto con una liga.

Baje las escaleras trotando un poco y únicamente tomando mis llaves, cartera y una botella chica de agua, salí de la casa cerrándola tras de mí.

Baje los escalones de la entrada y entonces me detuve unos segundos sin saber en qué dirección ir.

Hacia la derecha, estaba el camino que me llevaría a James' s que no podía estar a más de dos kilómetros. Hacia la izquierda, no tenía idea. Aún no me había tomado tiempo para recorrer el pueblo.

Podría ir en dirección al pueblo y finalmente, comenzar a conocer un poco más de Yakutat. Estaba muy emocionada de conocer el pueblo, pero al mismo tiempo me sentía un poco cohibida al no conocer a nadie. Además que podría perderme y no tenía ganas de ello.

Ir a la derecha, significaba correr por un camino el cual ya conocía y que además, conducía al mar. Por otro lado, no tenía ganas de toparme con el hombre que me había atendido tres días atrás.

Honestamente, no me tomó mucho en suspirar largamente y echar a correr por el camino de la derecha.

No se podía decir que era una persona atlética, porque hasta unos pocos meses atrás, el único ejercicio que hacía era cuando caminaba de mi cama hacia algún punto de la casa y de regreso.